
Enésima jornada clave para el futuro de España y enésima sesión en la que el destino se juega en Bruselas. El Eurogrupo o Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de los diecisiete países que comparten el euro como moneda única se reúne esta tarde en la capital belga con el rescate de la banca española como principal punto del orden del día. Alemania: la ayuda directa a la banca no llegará este año.
La Comisión Europea confirmó la semana pasada que sobre la mesa estará el borrador del programa de rescate elaborado por los hombres de negro, como los llamó Cristobal Montoro, los sabuesos que en toda intervención envían al país en apuros la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En el caso español, esta troika es diferente, ya que aunque el FMI aprieta las tuercas, no aportará financiación para apuntalar a los bancos españoles mientras el sistema es saneado.
Pendientes de las condiciones
Bruselas insiste desde hace semanas en que el Eurogrupo alcance hoy un acuerdo político sobre el rescate español que despeje las incertidumbres sobre el mismo y contribuya a calmar el nerviosismo de los mercados. Pero ante las reticencias de Alemania, que ayer ya dejó claro que este año no se efectuará el rescate directo a la banca, el Ejecutivo comunitario admite que antes de que termine julio podría ser necesario celebrar un nuevo Eurogrupo para atar todos los flecos. En principio, esta reunión podría producirse el día 20, aunque no está fijada la fecha.
Los ministros de Finanzas de la zona del euro prevén cerrar un "acuerdo político" sobre los términos y las condiciones de la ayuda de hasta 100.000 millones de euros que concederá a España para recapitalizar su banca, pero el memorando de entendimiento no estará finalizado y firmado hasta finales de mes.
Así, los mercados tienen una nueva razón de peso para desconfiar de la capacidad de la zona euro para resolver sus problemas, y es que siguen siendo una incógnita las condiciones concretas que Europa exigirá a España a cambio de la ayuda multimillonaria y la dureza que se empleará en la reestructuración de la banca española.
Una de las opciones que se manejan es que todos los bancos españoles se vean obligados a reforzar sus solvencia alcanzando un core capital del 9%, umbral que hasta ahora solo era obligatorio para las entidades consideradas sistémicas, según informa hoy el diario El País. Otra de las fórmulas que puede venir impuesta desde Bruselas es la de la creación de un banco malo, una iniciativa a la que hasta hace escasos días el Gobierno era reacio.
El precio de la ayuda
Además, la Comisión Europea ya ha avisado de que las entidades con necesidades de capital deberán presentar planes de reestructuración y estos pueden pasar por distintas alternativas, entre ellas fusiones o venta de activos y no exclusivamente la petición de dinero público. En este sentido, la liquidación de entidades no ha sido descartada por la UE en el caso de algunos bancos con problemas. La ayuda europea de hasta 100.000 millones de euros "no es un cheque en blanco a todos los bancos", señalaba recientemente el portavoz comunitario de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj.
El Gobierno de Mariano Rajoy confía en que el plazo de devolución de la ayuda sea largo (incluso de más de 15 años), que se contemple un periodo de gracia de unos cinco años, y que el tipo de interés ronde el 3 o 4%.
Aunque el Gobierno insista en que Europa no exigirá más ajustes presupuestarios a cambio de las ayudas para el rescate de la banca, el propio Ejecutivo español ha advertido de que, tras la reunión ministerial en Bruselas de hoy y mañana llegará una nueva oleada de recortes del gasto público, subida de impuestos y privatizaciones para hacer caja. A cambio, espera que la Unión Europea le conceda un año más del previsto para contener el déficit.
Así, se prevé que hoy Luis de Guindos avance a sus socios las nuevas medidas que anunciará próximamente para reducir el déficit.