
El juzgado de instrucción número 9 de Madrid ha decidido reabrir una investigación por una línea de crédito de 26,6 millones de euros que Caja Madrid (la actual Bankia) concedió al expresidente de la CEOE y del grupo Marsans, Gerardo Díaz Ferrán, siendo éste consejero de la entidad y con Miguel Blesa en la presidencia.
Lo llamativo es que las diligencias se han abierto tras una denuncia presentada hace ya dos años y medio, en diciembre de 2009, por el sindicato de funcionarios Manos Limpias y coincidiendo con la admisión a trámite de otra denuncia contra Blesa y su sucesor, Rodrigo Rato, por varios delitos en la gestión de la entidad y su posterior salida a bolsa.
El secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernard, que está citado el próximo lunes en el juzgado, asegura, en este sentido, que pedirá que "la investigación se incorpore a las diligencias abiertas ya por la Fiscalía Anticorrupción". Este nuevo proceso se dirige contra Miguel Blesa y Gerardo Díaz Ferrán por presuntos delitos societarios y falsedad en documento mercantil.
Caja Madrid abrió un expediente a Díaz Ferrán a finales de 2009 por el impago del crédito -abandonó la caja en enero de 2010- y le dió un ultimatum para que lo abonara o aportara nuevas garantías, algo que hizo tres meses después, con Rodrigo Rato ya en la presidencia de la entidad.
Entre ellas había varios locales comerciales y la transformación de la concesión del servicio de transporte urbano de Alcalá de Henares en una sociedad, cuyas acciones quedaron a partir de entonces pignoradas a favor de la entidad.
Díaz Ferrán y su socio Gonzalo Pascual, ahora en concurso de acreedores, ofrecieron también sus garantías personales y las de sus respectivas mujeres. Blesa había concedido el préstamo a las empresas patrimoniales de Díaz Ferrán, Holdisan y Grudisan. El detonante de que se iniciara el proceso de ejecución del mismo fue que la caja descubrió que las acciones de Marsans que el empresario había puesto como garantía ya habían sido pignoradas a favor de Banesto, una maniobra calificada de "inaceptable" por la cúpula de la Caja Madrid.
A su vez, el entonces presidente de la CEOE puso como garantía de este mismo crédito de 26,6 millones un holding inmobiliario empresarial valorado en 6 millones que, supuestamente, estaba en quiebra.
Bajo sospecha
Según denuncia Manos Limpias, el problema es que Blesa concedió el crédito a sabiendas de que los negocios de Díaz Ferrán estaban al borde de la quiebra. Cuando se conoció el impago, el empresario, imputado hoy en la Audiencia Nacional por un presunto delito de fraude y alzamiento de bienes, se vio obligado a presentar su dimisión al frente de la CEOE, algo que la patronal rechazó en ese momento.
Y eso que, en total, entre 2004 y 2009 recibió préstamos por un importe de 34,5 millones, lo que equivale al 88 por ciento de lo que se concedió a los miembros del consejo de Caja Madrid. Entre otros, figuran créditos a familiares por 7,9 millones, tres de ellos hipotecarios, según aparece en los informes de gobierno corporativo de Caja Madrid, para las casas de sus hijos.
Una vez que Rato aceptó las nuevas garantías aportadas tras el impago y que el asunto quedó resuelto, Caja Madrid llegó a participar incluso en la inyección de liquidez recibida por Marsans, que en marzo de 2010 anunció el cierre de una línea de crédito de 30 millones a través de un consorcio de entidades financieras, encabezado por el Banco Santander y Banesto.
En las primeras negociaciones para conseguir dicha inyección, con la que la compañía pudo afrontar sus campañas, Caja Madrid era una de las grandes entidades ausentes, pero finalmente se sumó a las otras, en cuanto Díaz Ferrán y su socio renovaron su préstamo.
La gestión de Bankia bajo la presidencia de Miguel Blesa y Rodrigo Rato ha llegado mientras tanto a la Audiencia Nacional. A instancias de la Fiscalía Anticorrupción, el pasado lunes el juzgado de instrucción número 21 de Madrid acordó inhibirse en la investigación de su gestión durante los últimos años y posterior salida a bolsa.
Todo ello después de que el Ministerio Fiscal advirtiera en las diligencias abiertas que se trata de hechos que "condicionan la reforma financiera emprendida por nuestro país, comprometen y cuestionan la situación y viabilidad del sistema financiero español, generan graves consecuencias para la economía nacional y resultan potencialmente perjudiciales para una gran generalidad de personas".
Tanto Blesa como Rato serán investigados por "por presuntos delitos de imprudencia grave en el control de la sociedad, delito societario, administración desleal y malversación de caudales públicos".
Alzamiento de bienes
Los expropietarios de Marsans están siendo investigados a su vez por desviar su patrimonio para evitar que fuera a manos de los acreedores.
Según fuentes cercanas a la investigación los empresarios vendieron todos sus activos sin deuda al liquidador de empresas en quiebra Ángel de Cabo y a sus hijos para tratar de salvar lo que quedaba de sus activos y que no habían sido embargados por la banca o la administración concursal. Entre las lujosas propiedades que se han intentado recuperar para que el grupo haga frente a sus deuda, algo que la administración descarta, se encuentra un yate de 27 metros de eslora valorado en 5 millones de euros, un Rolls Royce Phantom de medio millon de euros y apartamentos en el extranjero.