Economía

Así está destruyendo Cristina Kirchner la economía argentina

La nacionalización de YPF ha permitido a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ganar el apoyo populista en casa, pero ha enfurecido a algunos de los mayores inversores extranjeros en el país. Endesa, Gas Natural y Agbar pasan apuros en Argentina por sus tarifas.

La expropiación de la participación de Repsol en YPF es sólo una más de una serie de medidas por las que ha sido duramente criticada en los últimos tiempos.

Nada más presentar la expropiación, la agencia de calificación S&P revisó a la baja la perspectiva de Argentina, diciendo: "En nuestra opinión, las políticas gubernamentales recientes podría incrementar los riesgos para el cuadro macro argentino, restringir la liquidez externa y dificultar las perspectivas de crecimiento a medio plazo".

La gestión del problema de la deuda

Antes de indagar en algunos problemas de las decisiones de Fernández, es importante recordar que Argentina ha tenido dificultades para volver a los mercados de crédito después de su espectacular default de 2001, y todavía sigue porfiando para cumplir con sus obligaciones de deuda.

En 2008, en un esfuerzo por arreglar los problemas colosales de deuda, Fernández envió una ley al Congreso para incrementar la participación del Estado en los 30.000 millones de dólares de fondos de pensiones privados.

Entonces, Fernández argumentó que estaba actuando para proteger a las pensiones de la crisis financiera global, pero los críticos dijeron que era para cubrir los problemas del gobierno para repagar sus deudas.

Entonces, en 2010, Fernández forzó al presidente del Banco Central Martin Redrado a dejar su puesto ante las diferencias que se produjeron por el uso de las reservas para el pago de la deuda.

"El gobierno está tratando de aprovechar las reservas en la medida en que encara una necesidad de  financiación de alrededor de 11.400 millones de dólares", señalaba Credit Suisse Group, en declaraciones que recogía Bloomberg.

Por si eso no fue lo suficientemente malo, en marzo de ese año, el Senado argentino aprobó la medida, lanzada por Kirchner, por medio de la cual "el gobierno permitía el acceso ilimitado a las reservas del Banco Central".

La crisis energética

Fernández ha señalado que la nacionalización de YPF ha llegado tras repetidas advertencias a la empresa y críticas por no invertir en los campos petrolíferos locales. Además, le responsabilizaba de parte del aumento de las importaciones de petróleo.

Pero muchos sostienen que las políticas argentinas están detrás del déficit energético, que se espera que aumente este año a 7.000 millones de dólares. Su decisión de mantener los precios del petróleo nacional, el gas natural y la electricidad más bajos que los precios internacionales y, algunas veces, por debajo de los costes de producción ha disuadido a las empresas extranjeras de invertir en el país.

La importación de energía a precios internacionales pero vendida más barata ha provocado en los años recientes un aumento del coste del subsidio energético. Si el crecimiento y la inflación están siendo alimentados por una orientación política agresivamente expansionaria y los precios de la energía no cambian, el coste de las subvenciones y las importaciones terminarán por suponer un gran problema para Argentina, con un acceso limitado a los mercados internacionales.

"El gobierno adoptó una actitud muy hostil y unilateral", apunta el economista de UBS Javier Kulesz. "Al efectuar el anuncio, llevó a cabo un plan bastante exitoso para conducir el precio de las acciones de YPF mucho más abajo. Más tarde, decidió delegar la responsabilidad de la valoración de YPF a la Corte Nacional de Evaluación local". "Se desconocen las variables que usará el Tribunal", apunta Kulesz, "pero puede decirse con un alto grado de convicción que se establecerá un precio muy bajo".

Políticas restrictivas e intervención

La expropiación YPF es sólo la última de una serie de medidas proteccionistas lanzada por Kirchner. Su gobierno promulgó controles a las importaciones en 2011 tras una disminución del superávit comercial, golpeado por el crecimiento económico y un peso fuerte. Al mismo tiempo, Argentina incrementó, arbitrariamente, el rango de productos sujetos a impuestos de importación.

Además, estas medidas precedieron a otra que obligó a las empresas dedicadas al sector extractivo a repatriar sus ingresos de exportación. Llegó al mismo tiempo en que la fuga de capitales empezó a ser vista como un riesgo enorme.

El lío de la inflación

Los altos precios de los productos básicos y las políticas expansionistas han ayudado a la economía crecer, pero también han provocado un aumento de la inflación que el gobierno ha intentado, sin éxito, mantener bajo control a través de fuertes subsidios.

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