Economía

La alternativa a la austeridad en la Eurozona: los cuatro pasos de Niño Becerra

  • Compromiso con el euro, planes a medida, sin fechas y con tareas claras

El Catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull propone hoy en La Carta de la Bolsa lo que llama una alternativa a la imposición de austeridad en la Eurozona, y detalla en cuatro puntos lo que cree que debería pasar para tratar de contener la crisis que asola al euro.

El economista recuerda el punto en el que estamos con un recuerdo de la depresión de EEUU: "el inicio de la Depresión puede expresarse de una forma muy simple: se dieron a la vez una crisis de sobreproducción y otra de subconsumo; con los instrumentos de política económica entonces disponibles la crisis -sistémica- estaba servida. Ahora, de otras maneras, está sucediendo algo que se le parece muchísimo".

Becerra también resalta las recetas que se han propuesta en Europa, al menos hasta antes de que François Hollande se convirtiera en el favorito para la presidencia de Francia. "El camino, con protestas de los PIIGS incluidas, era único: la limpieza, la reducción del déficit, el desapalancamiento. La fórmula no era discutida: no gastar lo que no se tiene y recortar y subir impuestos a fin de enjugar el saldo negativo existente y pagar lo que se debe".

Sin embargo, "desde que parece claro que en Francia habrá cambio de presidente están empezando a salir voces contrarias al plan en marcha. Y siempre es lo mismo: se pone como ejemplo la recuperación que está habiendo en USA". Pero Becerra sostiene que "Europa no puede hacer lo mismo que USA porque a USA le sostiene el resto del mundo y a Europa no le sostiene nadie".

Lo que la Eurozona debe hacer

Ante esta situación, ¿qué hacer? El economista defiende "que en Europa no debe poner en marcha una política generalizada de más gasto porque perdería la credibilidad que tiene, y, además, no puede hacerlo porque la capacidad de endeudamiento de Europa y de las empresas, de las entidades financieras y de las familias europeas está agotada: a-go-ta-da (la de USA también, pero recordemos: le sostienen)".

Eso sí, aunque no quiere más gasto, tampoco defiende la postura actual de Bruselas y Alemania. "Lo que es totalmente absurdo es pretender que, en medio de una crisis sistémica, un país reduzca su déficit ocho puntos en cuatro años, y es absurdo porque no se puede a no ser que se recurran a métodos hoy no admitidos. Se puede vender la idea, utilizarla como herramienta propagandística, pero no se puede conseguir porque es imposible".

"Cuando se quieren recoger los frutos de lo que se puso en marcha a partir del supuesto de que tal cosa se conseguiría, sucede lo que sucede: crecientes precios a pagar para que te compren la deuda pública, desconfianza absoluta de que esa economía vaya a poder pagar lo que debe y exigencia creciente de recortes de gasto y subidas de impuestos. Todo ello lo que deriva es en mala gaita, peleas entre los socios y empobrecimiento rampante de los-que-siempre-pagan: la gleba, el pueblo, la ciudadanía: los nombres cambian pero el hecho de ser los que pagan permanece", advierte.

Los cuatro pasos de Becerra

Por ello, Becerra describe la "vía alternativa" que viene. "Pienso que, a la vez, a-la-vez, a partir de ya deberían darse cuatro pasos: 1) en este batiburrillo actual hay algo se tiene dejar muy claro, 2) es imprescindible llegar a un acuerdo y cumplirlo, 3) es menester hacer un pronunciamiento y 4) es inaplazable abordar tres tareas".

¿Y en qué consiste cada uno de estos pasos? El primero, "lo que hay que dejar claro: que a nadie se la va a echar del euro y que nadie se va a ir del euro porque a nadie le conviene que nada de eso ocurra".

El segundo, "el acuerdo: realizar planes de reducción del déficit a medida para cada país miembro del euro. Planes: tienes que hacer esto y no hacer lo otro; y lo tienes que hacer sí o sí, ¿vale?. A medida: no son iguales las recetas que debe aplicar España, Grecia o Francia para reducir su déficit. Alemania, pienso, aunque atina en el final al que debe llegarse y tiene muchos recursos, carece de ideas para salir lo menos tocados que sea posible de este atolladero".

Tercero, "el pronunciamiento: no hay un año único de llegada para todos ni al 3%, ni al porcentaje que sea; la cifra y el año ya se decidieron a principios de febrero: el -0,5% en el 2020. Hay que tomar eso como referencia y aplicar esos planes a medida para cada país para llegar ahí?

Por último, las tareas, que se tienen que hacerse a la vez y en todos los miembros del área euro: "a) llevar a cabo un exhaustivo análisis del gasto: lo que se gasta, ¿se está gastando bien?, b) hacer una lista con todos los activos que tienen en sus balances todas las entidades financieras y anotar al lado el valor por los que están contabilizados y el valor real que ahora tienen en la calle, y c) confeccionar una lista de todo lo que debe cada país y a quién se lo debe, y otra lista en cada país que recoja quien debe qué a quien".

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky