Exteriores reclama que el G-20 se pronuncie y se queja ante la Cumbre de las Américas. El presidente de Repsol, Antonio Brufau, dará su visión este miércoles en un acto con el Rey.
Gran tensión diplomática entre Argentina y España a costa de YPF. El Gobierno español puso ayer en marcha una batería de medidas tanto diplomáticas como comerciales para hacer frente al órdago lanzado por Cristina Fernández de Kirchner, al tiempo que formuló un claro mensaje de diálogo.
El Ejecutivo español ha tomado cartas en el asunto y con total firmeza ha reclamado el apoyo de todos sus aliados y sus socios internacionales para frenar las intenciones de Kirchner. En concreto, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, compareció ayer ante los medios cerrando filas, ya no sólo dentro del Ejecutivo de Mariano Rajoy, sino junto a la comunidad internacional.
Las palabras del ministro se produjeron después de mantener un encuentro de 45 minutos con el embajador argentino en España, Carlos Bettini. La expectación era máxima, pero la reunión tampoco sirvió para que se conociera hasta donde van a llegar las amenazas de Argentina. Eso sí, García-Margallo dejó claro que "no se va a tolerar una nacionalización y que tendrá graves consecuencia". Ahora, el embajador tendrá que transmitir el mensaje al Gobierno de Kirchner, pero parece que la contundencia del apoyo que ha recibido Repsol ha amilanado las intenciones de Argentina.
Para empezar, el Congreso argentino negó de plano que la Casa Rosada hubiera enviado un proyecto que declara la expropiación del 50 por ciento de YPF. Incluso, se llegó a cuestionar la oficialidad del citado documento que se filtró la madrugada anterior sobre el que el diario Clarín creó confusión en cuanto a sus consecuencias. Además, Repsol comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que no ha recibido ninguna orden de nacionalización.
Así, Argentina continúa acosando a Repsol, pero sin adoptar medidas definitivas que acaben con esta incertidumbre. Sin embargo, el Gobierno español se está preparando para un eventual ataque a la petrolera y, por ende, a los intereses españoles.
García-Margallo enumeró algunos de los contactos mantenidos con otros países para conseguir este espaldarazo. "Pero también ha habido otros que no voy a desvelar ahora", añadió el ministro.
Entre estas conversaciones que han transcendido destacan las realizadas con la Comisión Europea con representantes de Estados Unidos, México, que actualmente ejerce la presidencia del G-20, y Colombia, anfitrión de la Cumbre de las Américas que arrancó ayer y donde algunos de los países participantes con inversiones en Argentina sacarán el debate sobre la seguridad jurídica.
La primera institución en salir a mediar en favor de España fue Bruselas que sigue de cerca los escarceos intervencionistas de la presidenta Kirchner.
El portavoz del Ejecutivo comunitario, Olivier Bailly, confirmó ayer que espera que el Gobierno argentino asegure el cumplimiento de sus compromisos internacionales en el trato y la protección de las inversiones extranjeras en su suelo. "Y, por supuesto, estamos del lado de España en este asunto", aseguró por si quedaba alguna duda .
Bailly insistió en que Bruselas "ha expresado su preocupación" por el caso a través de la delegación de la Unión Europea en Argentina y que tal contacto se ha producido entre el jefe de la delegación europea en Buenos Aires y un representante del Gabinete de Cristina Fernández.
Esta reunión la está siguiendo ya muy de cerca el Ministerio de Asuntos Exteriores español, que está trabajando codo con codo con el de Industria, que asumió en un primer momento el protagonismo en esta crisis que ahora ya ha tomado tintes diplomáticos.
La negociación de Bruselas
Asimismo, la Unión Europea llevará su preocupación por los planes de nacionalización a una reunión bilateral que mantendrá en Buenos Aires la próxima semana con representantes de las autoridades argentinas en el marco de su cooperación comercial.
Por su parte, el secretario de Estado para la UE, Íñigo Méndez de Vigo, advirtió ayer al Gobierno argentino, en relación al conflicto con YPF, que "romper las reglas de juego tiene un coste y Argentina se va a convertir en un apestado internacional" y explicó que en Europa uno de los grandes proyectos es Mercosur, donde Argentina es una pieza básica junto a Brasil. También anticipó que "no habrá avances en Mercosur si se produce esa mala noticia".
No obstante, el ministro García-Margallo rechazó en todo momento referirse a Argentina como un país apestado, intentando así calmar los ánimos de esta disputa internacional.
Hay que tener en cuenta hoy se está celebrando en Colombia la Cumbre de las Américas, un encuentro entre países latinoamericanos, en el que no participa España, pero en el que sí lo hace México cuya petrolera estatal Pemex mantiene una importante participación en Repsol -del 9,5 por ciento- y que está viendo como su valor sigue retrocediendo lentamente e incrementando sus minusvalías.
En cualquier caso, el Ejecutivo español ha remitido una carta a Colombia con el fin de que exprese su malestar con los movimientos de Argentina.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene previsto viajar a Colombia días después, pero de momento se descarta que pudiera jugar algún papel en este encuentro o algún tipo de encuentro bilateral posterior.
Los ministros de Comercio y Economía del G-20 se reunirán entre el 18 y 20 de abril en el balneario mexicano de Puerto Vallarta, en México, para impulsar el flujo de comercio internacional como única salida para enfrentar la crisis europea. La intención es que pueda producirse posición común en contra de la presión de Argentina. De ahí que el Gobierno español haya enviado una carta a sus homólogos mexicanos para recabar su apoyo.
Pero el hito decisivo será la junta de accionistas de YPF que se celebrará el próximo 25 de abril, donde se tendrá que resolver el sistema de pago del dividendo que realice la compañía.
El Ministerio de Asuntos Exteriores también ha remitido una misiva a funcionarios del Tesoro de Estados Unidos para alertarles de la situación y reclamar su colaboración.
La filial de la petrolera española sigue cotizando en Wall Street y, por lo tanto, los constantes movimientos accionariales han llamado la atención en varias ocasiones a la SEC (el regulador bursátil de Estados Unidos), que ha reiterado su petición de información a la compañía por su extrema volatilidad. Esta misiva para la Administración Obama se suma a las quejas que este país ha mostrado por los retrasos en los pagos de la deuda.
El Ejecutivo dejará aparcado en un primer momento, la opción de llegar a un arbitraje internacional ante el Ciadi, el organismo del Banco Mundial en el que se sigue analizando la nacionalización de Aerolíneas Argentinas y en el que se vio también el caso del negocio de aguas propiedad de Suez y Agbar. "El enfrentamiento judicial será la última opción", tal como se resaltó desde Exteriores.
El presidente de la petrolera, Antonio Brufau, ha estado toda la semana en Argentina intentando dirimir el enfrentamiento, pero sólo ha conseguido reunirse con el ministro de Planificación, Julio de Vido.
Brufau regresa a España
El ejecutivo volvió ayer de Buenos Aires en avión privado para afrontar esta crisis desde España. Brufau mantendrá conversaciones con el Gobierno para ir analizando la situación, aunque previsiblemente la incertidumbre reinará aún la próxima semana.
El presidente de Repsol dará sus primeras explicaciones públicas sobre la situación el próximo miércoles durante la inauguración de la refinería de Cartagena junto al Rey Don Juan Carlos.
Esta inauguración, prevista en un primer momento para el pasado mes de octubre, se aplazó por culpa del conflicto accionarial que en aquel momento se vivía entre la dirección de la compañía y los representantes del pacto Sacyr y Pemex.
Apenas seis meses después, el escenario es completamente distinto, la petrolera estatal mexicana se ve forzada a respaldar a Repsol para evitar que sus minusvalía sigan incrementándose y más en pleno periodo electoral en México.
La compañía también firmó la pipa de la paz con uno de sus principales accionistas, Sacyr, quien resolvió todos sus problemas financieros e incluso cambió de presidente dejando fuera a Luis del Rivero y pasando a estar bajo la batuta de Manuel Manrique, más cer- cano a la dirección de Repsol. En esta ocasión, la posición de los accionistas de la petrolera ha sido unánime. No ha habido voces discordantes.
Tampoco ha habido opiniones enfrentadas en las principales fuerzas políticas españolas.
Los mensajes de García-Margallo fueron respaldados por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, pero tampoco quiso aclarar si en estos días se han mantenido contactos entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy o el Rey con la presidenta Kirchner.
Sáenz de Santamaría explicó que el Gobierno español defenderá los "intereses generales" de España en Argentina. En la misma línea se pronunciaron desde el PSOE e Izquierda Unida, aunque este partido instó a tratar con más respeto y mucha diplomacia este asunto.