La reunión de ministros de Finanzas de este miércoles, en la que se debería aprobar el rescate de Grecia, se va a celebrar finalmente por videoconferencia, según ha anunciado Jean Claude Juncker, presidente del Eurogrupo, ya que Atenas no ha cumplido todavía con las exigencias de Bruselas. Grecia se contrae un 7%: en Alemania ya se habla abiertamente de default.
Según ha explicado Juncker, el Eurogrupo se reunirá finalmente el 20 de febrero, lunes, como estaba previsto inicialmente. Por lo tanto, hasta ese no se aprobará el esperado segundo rescate de Atenas, con un valor estimado de 130.000 millones de euros.
Grecia no ha cumplido sus compromisos
Al parecer, Grecia todavía no ha presentado las promesas políticas requeridas de que los partidos políticos mantendrán los programas de austerida tras las elecciones del próximo mes de abril, tal y como ha exigido Bruselas.
Asimismo, falta todavía llegar a un acuerdo sobre los 325 millones de euros más que debe ahorrar el país heleno en 2012. Este ahorro iba a provenir de un recorte de pensiones al que se negó el gobierno griego la semana pasada, pero que se comprometió a realizar en otras áreas. Hoy se ha especulado con que este ahorro podría venir del presupuesto de Defensa.
Por todo ello, Grecia y la troika (FMI, BCE y Comisión Europea) todavía tienen que realizar trabajos técnicos en diversas áreas, según ha explicado Juncker.
Sólo cumple un requisito de tres
Las medidas adicionales por valor de 325 millones de euros y el compromiso de los líderes políticos griegos eran dos de las tres condiciones que impuso el Eurogrupo la semana pasada para activar el rescate. El único requisito que ha cumplido Atenas es la aprobación del plan de ajuste el pasado domingo en medio de fuertes disturbios.
El nuevo plan incluye recortes adicionales por valor de 3.300 millones de euros, una reducción del 20% del salario mínimo que está previsto que se repercuta en el resto de sueldos, así como el despido durante este año de 15.000 trabajadores públicos. Pero los Estados de la Eurozona, en especial Alemania y Países Bajos, desconfían de que Grecia vaya a llevar a la práctica estas medidas tras el fracaso de los ajustes anteriores.
Por ello han exigido a la Comisión que presente propuestas sobre cómo aumentar el control sobre los presupuestos griegos. Además, el Eurogrupo sopesa crear una cuenta bloqueada a la que se pagará el rescate para garantizar que todo el dinero vaya en primer lugar al pago de la deuda y sólo después a financiar al Estado griego.
La decisión sobre el segundo rescate es urgente porque Grecia debe refinanciar alrededor del 20 de marzo 14.500 millones de euros. Antes de esa fecha deberá estar concluida además la operación de canje de bonos a través de la cual la banca privada condonará a Atenas 100.000 millones de euros. Los nuevos bonos tendrán un interés de alrededor del 3,5%, con lo que los acreedores privados asumirán una quita del 70% sobre la deuda griega.
También hay que detallar el papel del Banco Central Europeo (BCE), que tiene en su balance alrededor de 50.000 millones de euros de deuda griega.
El nuevo miembro del directorio del BCE, Benoit Coeuré, ha reiterado este martes en una entrevista al diario francés Liberation que la entidad no asumirá pérdidas, pero sí podría repartir los posibles beneficios de los bonos griegos entre los Estados miembros, que a su vez los podrían utilizar para ayudar a Grecia.
Esta iniciativa del BCE reduciría en 11.000 millones de euros la carga de la deuda griega y cubriría la brecha que se ha detectado en el segundo rescate por el empeoramiento de la situación económica en el país.