Economía

La morosidad sigue creciendo: los bancos cortan el grifo a las familias

El Banco de España confirma hoy lo que las entidades habían adelantado en sus cuentas anuales, que la morosidad está creciendo. A la pérdida de calidad crediticia de los ciudadanos se une la crisis inmobiliaria, a lo que las financieras responden con un endurecimiento de sus condiciones de préstamo, lo que ha provocado que la deuda contraída por las familias españolas para comprar una vivienda creciera en 2007 al ritmo más bajo desde 1995.

El índice de morosidad de los créditos concedidos por bancos, cajas y cooperativas a particulares y empresas subió de nuevo en diciembre, por sexto mes consecutivo, hasta alcanzar el 0,837 por ciento del total de la cartera crediticia, según los datos publicados hoy por el Banco de España.

Cifra total de pagos "dudosos"

Por lo tanto, a 31 de diciembre, los tres tipos de entidades mencionados acumulaban un total de 14.162 millones de euros en créditos considerados de "dudoso cobro", dentro de un volumen total de 1,691 billones de euros en préstamos concedidos para cualquier fin, no sólo hipotecario.

En comparación con el mes anterior, la cartera de créditos "dudosos" había engordado en 182 millones de euros, muy por debajo de los 609 millones que aumentó en noviembre en comparación con octubre, mientras que si se comparan los datos de diciembre con los del mismo mes de 2006, el incremento es mucho más elevado, de 5.062 millones.

De los tres tipos de entidades financieras consideradas, que no incluyen a los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC) poque su morosidad es bastante más elevada y distorsionaría el ratio global, las que acumulaban la mayor cantidad de créditos dudosos eran las cajas, con 7.410 millones, seguidas de los bancos, con 5.851 millones, y de las cooperativas de crédito, con 901 millones.

Los bancos registraron en diciembre, como de costumbre, la tasa de mora más baja de las tres entidades mencionadas, del 0,761%, y a su vez superior a la del mes anterior, que fue del 0,753%, para una cartera total de 768.236 millones de euros.

Las cajas de ahorros, por su parte, tenían un volumen total de créditos más elevado que el de los bancos, de 832.940 millones de euros, y su morosidad también era más alta, del 0,889% y mayor también que la registrada en noviembre, del 0,866%.

Previsiones de morosidad

La Asociación Hipotecaria Española (AHE) cree que es probable que durante 2008 los ratios de dudosidad en el caso concreto de los créditos para la adquisición de vivienda sigan con la tendencia al alza moderada, iniciada durante el tercer trimestre de 2006.

Aún así, la AHE asegura que los niveles de dudosidad del mercado hipotecario residencial español continúan siendo bajos en relación con los del resto de países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) de los que se disponen datos, y muy inferiores a los registrados en España durante la década de los noventa. Por ejemplo, en Estados Unidos, en estos momentos la dudosidad supera el 2% y en Reino Unido el 1%.

Evolución de la dudosidad hipotecaria

Fuente: OCDE

Deuda familiar

El Banco de España también ha informado hoy de que la deuda contraída por las familias españolas para comprar una vivienda creció un 13,2 por ciento en el 2007, lo que representa el ritmo de crecimiento más bajo a cierre de año desde 1995, momento en que comenzaron a registrarse esos datos. Al final de diciembre del ejercicio pasado las familias debían a los bancos 646.000 millones de euros.

Al final del 2006, la tasa de crecimiento de la deuda hipotecaria de las familias se situó en el 20,4 por ciento (571.000 millones de euros), una cifra inferior al 24,3 por ciento del 2005 y al 23,7 por ciento del 2004.

Si se tienen en cuenta todos los meses, sólo en julio de 1996, con un 12,6 por ciento, el ritmo de crecimiento de la deuda hipotecaria de las familias fue menor a la del final del 2007.

Endurecimiento de las condiciones

La situación actual se explica por el endurecimiento de las condiciones de concesión de crédito aplicadas por las entidades a los particulares en el último trimestre, causada en parte por el deterioro de las perspectivas del mercado de la vivienda, según explicó el Banco de España en su último boletín económico.

Esa restricción, negada normalmente por las entidades, afectó también a las empresas y, en mayor medida, a las grandes empresas y a los préstamos a plazos más dilatados, en un contexto de empeoramiento de las expectativas sobre la situación económica.

Las condiciones para la obtención de préstamos también se volvieron más estrictas por la percepción de un deterioro de la calidad crediticia de los consumidores, en el caso de los préstamos destinados al consumo.

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