Moody's ha bajado dos escalones el rating de la Comunidad Valenciana, desde 'Ba1', el primer nivel considerado como "bono basura", hasta 'Ba3', y ha situado en perspectiva negativa a otras nueve comunidades autónomas y a tres entidades locales.
Además, la firma mantendrá bajo vigilancia la calificación de Valencia para otro posible recorte porque entiende que la posición de liquidez de la región es todavía "muy precaria" y depende de las medidas de apoyo que tome el Gobierno central. En este sentido, recuerda que el pasado mes de diciembre fue incapaz de obtener los 1.500 millones de euros que necesitaba.
Dificultades de financiación
Las dificultades de financiación son también el motivo por que Moody's ha colocado en situación de revisión para una posible rebaja las calificaciones del resto de administraciones regionales y locales.
Según indica, están sufriendo "presiones de liquidez creciente" en un entorno en el que el acceso a los mercados bancarios es muy difícil. Así, la agencia muestra sus dudas sobre la capacidad de las comunidades autónomas para alcanzar sus objetivos de reducción del déficit este año, dado que deben hacer frente a una refinanciación de 17.000 millones de euros.
Los doce organismos y entidades públicas regionales afectados son: el País Vasco, el Consorcio de Transportes de Vizcaya, las Diputaciones Forales de Guipúzcoa y Vizcaya, y las comunidades autónomas de Galicia, Madrid, Extremadura, Andalucía, Castilla y León, Murcia, Cataluña y Castilla-La Mancha.
S&P rebaja el rating de Valencia
