
Mucho se ha hablado sobre la viabilidad del sistema de pensiones. La incertidumbre y preocupación al respecto persiste -y no sólo en España-, incluso desde antes de que estallara la crisis. Pero la recesión que amenaza a la Eurozona, junto con los esfuerzos para reducir la deuda en Europa, agrava los riesgos.
Sin contar unas tasas de natalidad estables, o ligeramente decrecientes en ciertos casos, además del aumento de la esperanza de vida, que se suman a las presiones. Además del hecho relativo a que la proporción de la producción económica destinada al gasto en prestaciones de jubilación se estima que aumente hasta el 14% en 2060, según un informe del BCE que recoge Bloomberg.
Envejecimiento de la población
La mayoría analistas coinciden en lo mismo: el retraso de la edad de jubilación y la reducción de las prestaciones debe formar parte del programa económico de todos los países si se quiere que el proyecto Eurozona prosiga como hasta hoy.
Los datos sin duda apoyan tal exigencia. Europa tiene la mayor proporción de personas mayores de 60 años de todas las regiones del mundo y se prevé que aumente hasta el 35% en 2050, desde el 22% de 2009, de acuerdo con un informe de Naciones Unidas. Eso se compara con una estimación global del 22% en 2050 desde el 11% de 2009.
Más cifras. Se prevé que el número de personas mayores de 65 años dentro de los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se cuadruplique hasta los 350 millones en 2050, desde los 85 millones de 1970. La esperanza de vida en Europa está aumentando a razón de cinco horas al día, según Cowling Charles, director ejecutivo de JLT Pension Capital Strategies.
En los llamados países desarrollados, la esperanza media de vida llegará a los 83 años en 2050, frente a los cerca de 75 en 2009, según la ONU.
Reducción de costes
Los gobiernos y las empresas han tomado medidas para reducir los costes, mientras los responsables políticos de un sinfín de países han aprobado leyes para retrasar la edad de jubilación. "Independientemente de si estás dentro o fuera del euro, es una de las reformas estructurales que hay que hacer", apunta Jacob Funk Kirkegaard, investigador del Instituto Peterson, en declaraciones a Bloomberg.
Las gestoras de fondos y los gobiernos se han basado en el crecimiento económico para salvaguardar sus promesas. El problema es que si a largo plazo la Eurozona crece demasiado lentamente para reforzar las arcas públicas y privadas, los planes de jubiliación podrían llegar a ser inaccesibles, según Fergal McGuiness de la consultora Mercer.
"Los gobiernos con sistemas de seguridad social más generosos tendrán dificultades para mantenerlos. Tendrán que reconocer que estos costes tienen repercusiones en su capacidad para reducir el endeudamiento", apunta.
El año pasado, había 4,2 personas en edad de trabajar por cada pensionista en Francia. La proporción descenderá a 1,9 en 2050, según un informe de The Economist. En Alemania, la proporción se reducirá a 1,6 desde el 4,1 en el mismo periodo.
España, envejecida
Por su parte, España se convertirá de aquí a 2050 en uno de los países de la UE con una población más envejecida. Por cada 10 personas en edad de trabajar habrá 6 jubilados, es decir, la tasa de dependencia subirá desde el 24,3% en 2009 hasta el 58,7% en 2050, veinte puntos por encima de la media comunitaria (38%), según un informe de la Comisión Europea.
Factores a añadir a los riesgos
Los fondos de pensiones privados están sometidos a una gran presión, con los tipos de interés en mínimos. Bajos tipos de interés implica que los planes de pensiones tienen que tener más activos para respaldar sus proyecciones de pago a largo plazo.
"A menos que se reanude el crecimiento, los gestores de fondos se verán obligados a asumir más riesgos", apunta Phil Suttle, economista jefe del Institute of International Finance.