Los bancos de la zona euro depositaron este jueves en el Banco Central Europeo (BCE) un total de 455.299 millones de euros, una cantidad que representa un nuevo máximo histórico y que refleja la persistente desconfianza entre las entidades, que prefieren salvaguardar sus recursos en la 'hucha' de la institución emisora antes que buscar mayores rendimientos mediante inversiones y la concesión de préstamos. El euribor pierde 13 milésimas y sitúa su tasa diaria en el 1,890%.
En concreto, la cifra depositada el 5 de enero supera ligeramente los 453.181 millones de euros del anterior récord, establecido el pasado martes 3 de enero. De hecho, en las escasas jornadas hábiles de 2012, la cifra de depósitos se ha mantenido holgadamente por encima de los 400.000 millones, una cifra muy superior a la habitual.
La facilidad de depósito del BCE remunera el dinero depositado diariamente por los bancos de la Eurozona al 0,25%, una rentabilidad muy inferior al 1% del precio oficial del dinero, lo que constata la escasa predisposición de los bancos a prestarse entre ellos al optar por la mayor seguridad del banco central en vez de buscar mayores rendimientos.
Por otro lado, los datos de la entidad presidida por Mario Draghi muestran que los bancos de la zona euro retiraron este jueves 1.861 millones de euros a través de la ventanilla de urgencia del BCE, que grava estos préstamos con un interés del 1,75%, lo que supone destacado descenso en comparación con el pasado martes, cuando se retiraron 15.012 millones.
Los depósitos a un día en el BCE, al igual que los préstamos de emergencia, suelen ser vistos como un indicador de la desconfianza de los bancos entre ellos.
En condiciones normales, los bancos prefieren prestarse dinero entre ellos en el llamado mercado interbancario puesto que las condiciones de los negocios a un día con el BCE no son favorables.
No obstante, actualmente el mercado interbancario, al igual que durante la crisis de 2008, se está viendo afectado por la crisis de la deuda y por el hecho de que algunos bancos tienen en cartera títulos de deuda soberana de los países en crisis.