
La privilegiada relación franco-británica parecía convertirse en una víctima colateral de la crisis en la zona euro, tras los llamados de Francia a degradar la nota financiera del Reino Unido y las supuestamente tensas relaciones entre Nicolas Sarkozy y David Cameron.
La nueva "entente" cordial entre París y Londres, ilustrada por la unidad de ambos países en primera línea para intervenir en Libia, y el vínculo personal entre el presidente francés Sarkozy y su "amigo" el primer ministro Cameron, ha dado paso ahora a una verdadera guerra de declaraciones.
En los últimos días, responsables franceses multiplicaron sus ataques contra el Reino Unido, único país de la Unión Europea que rechazó en la cumbre de la semana pasada en Bruselas el principio de un nuevo tratado para reforzar la disciplina presupuestaria.
El ataque francés...
"La situación económica de Gran Bretaña es hoy muy inquietante y desde el punto de vista económico es ahora preferible ser francés que británico" declaró el viernes el ministro francés de Finanzas, François Baroin, en momentos en que Francia corre el riesgo de perder su nota AAA, la mejor posible para las agencias de calificación financiera.
La víspera, el primer ministro François Fillon ya había subrayado que "nuestros amigos británicos están aún más endeudados que nosotros y tienen un déficit más alto", sin que las agencias de calificación "parezcan darse cuenta de ello".
El jueves, el gobernador del Banco de Francia Christian Noyer había instado a las agencias a degradar al Reino Unido antes de hacerlo con los países de la zona euro.
... y la reacción británica
Este viernes, el viceprimer ministro británico, Nick Clegg, expresó su malestar por los comentarios "inaceptables" de responsables franceses sobre la situación económica del Reino Unido, en una conversación con Fillon, indicó en un comunicado difundido en Londres.
En el comunicado, Clegg dice que señaló a Fillon, quien lo había llamado desde Rio de Janeiro, que "las recientes declaraciones de miembros del gobierno francés sobre la economía británica eran simplemente inaceptables y que deberían tomarse medidas para calmar la retórica".
Nick Clegg precisa que "el primer ministro François Fillon llamó de Rio de Janeiro para clarificar sus recientes comentarios sobre la nota financiera del Reino Unido". "François Fillon declaró claramente que no tenía la intención de cuestionar la nota británica, sino de subrayar que las agencias de calificación parecen más preocupadas por la gobernanza económica que del nivel de los déficits", prosigue el texto.
La prensa inglesa, al ataque
Por su parte, la prensa británica consideraba escandalosas las declaraciones francesas. Los medios británicos mostraron además un video en el que Nicolas Sarkozy parece "ignorar" a David Cameron, cuando éste le tiende la mano, tras el enfrentamiento en Bruselas.
Para el Daily Telegraph, diario conservador, es evidente que "Francia ha declarado la guerra de las declaraciones a Gran Bretaña".
París y Londres habían intentado no obstante aplacar los ánimos. Nicolas Sarkozy dijo el lunes que aunque existen "claramente dos Europas" tras la cumbre de Bruselas, una salida de los británicos del mercado único europeo "no es felizmente de actualidad". "Necesitamos a Gran Bretaña", afirmó.
"Pese a las informaciones que pretenden lo contrario, mantengo excelentes relaciones con mi amigo Nicolas Sarkozy, y creo que la campaña de Libia lo demostró", dijo por su parte David Cameron.
El 15 de septiembre los dos hombres fueron recibidos como héroes en Bengasi, tras la caída del régimen de Muamar Gadafi y después de siete meses de bombardeos por iniciativa de París y Londres.
Pero incluso en materia de defensa europea, un ámbito privilegiado de cooperación, persisten divergencias entre los dos países. En julio, Gran Bretaña expresó su rechazo definitivo a un concepto de Estado Mayor permanente de la Unión Europea, además del de la OTAN, algo que apoyaba Francia.
Sarkozy y Cameron volverán en principio a verse a principios de 2012 con motivo de una cumbre bilateral.