
Los ministros de Economía de Francia, Reino Unido, Alemania e Italia se reúnen hoy en París para buscar soluciones a la crisis financiera internacional. Este encuentro, previo a otro que se celebrará el día 29, se ha presentado como un intento de concertación de los países europeos del G7 ante el malestar que ha suscitado en otros estados europeos por no estar invitados.
Inicialmente, los organizadores no habían previsto la asistencia de la Comisión Europea y, según el diario Le Monde, su presidente, José Manuel Durao Barroso, tuvo que hacerse valer para que lo incluyeran en la cita de Londres.
En cualquier caso, en la reunión de hoy no participan ni el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, ni el presidente del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker.
De hecho, Juncker había vinculado esta configuración al hecho de que como el Reino Unido no forma parte de los organismos donde se toman las decisiones financieras internacionales, en alusión al Eurogrupo, por eso su primer ministro, Gordon Brown, "invita fuera de toda estructura".
Los objetivos
El ministro británico de Finanzas, Alastair Darling, indicó que el objetivo de la reunión de hoy por la tarde es "encontrar una salida a la crisis de los mercados financieros y evitar otras crisis en el futuro", en particular con un "marco reglamentario y de vigilancia adecuado".
En una entrevista al diario económico francés La Tribune, Darling avanzó algunas pistas como "mecanismos de evaluación de riesgos" de las empresas financieras "más transparentes sobre su exposición a los productos complejos, vigilancia de los reguladores sobre la solvencia, pero también de la liquidez de los bancos, o más precisión de los deberes de las agencias de calificación de deuda.
Además, consideró "esencial reforzar los mecanismos de alerta en el Fondo Monetario Internacional" (FMI), y sobre los bancos centrales, consideró "benéfica" la señal que enviaron a los mercados en diciembre, con su acción conjunta.