
Se esperaba como agua de mayo, o como de cualquier tiempo, en estos días de sequía. Y por fin llegó. Tantas voces pidiendo al PP que empezara a desvelar cuáles eran sus planes en el caso de ganar las elecciones y ayer Mariano Rajoy puso el foco donde antes sólo había oscuridad.
Lanzó su primera medida estrella: creará un Ministerio de la Familia y Bienestar Social. ¿Sorprendidos? Desde luego esta decisión poco impacto tiene en el día a día de los ciudadanos, salvo en el incremento de gasto que supone la creación de todo nuevo ministerio. El PP ya criticó duramente en su día el empecinamiento de Zapatero en cambiar el nombre de departamentos ya existentes o en crear otros como el de Vivienda.
¿Un golpe de efecto?
Sin embargo, al calor del 9-M, y acuciado por las presiones, el líder del PP destapó por fin su chistera y el primer conejo que salió tiene forma de nueva burocracia y más gasto público, uno de los aspectos que el Partido Popular quiere controlar. La razón de este nuevo departamento es "impulsar y coordinar" las políticas de apoyo a la familia. Entre sus deberes: aprobar un Plan de Ayudas a la Familia para situar a España al nivel de otros países europeos.
Para Rajoy, las familias necesitan "protección social y jurídica" y este ministerio se encargará de garantizarlo. "No se va a ocupar ni de la Alianza de Civilizaciones ni de la propaganda ni de la guerra de Franco. Será el ministerio de las personas", sostuvo Rajoy, según informó Servimedia.
En la familia "es donde crecemos, donde vivimos, donde aprendemos principios y valores, y allí están los que cuando estamos en los momentos malos de nuestra vida siempre nos acompañan".
Objetivo: sensibilizar a los ciudadanos
Rajoy enmarcó su decisión en sus planes para situar a la persona como prioridad. "En la familia están los mayores, los niños, los jóvenes, los enfermos, los que están sanos, los discapacitados", aseveró, como si fuera una parodia de un viejo anuncio de Coca-Cola. Rajoy, como el refresco, está "para todos".
En la familia "quienes no están son las naciones, ni las hectáreas, ni las realidades nacionales, ni los derechos colectivos..., pero de eso que se ocupen otros. Nosotros nos vamos a ocupar de las personas", insistió.
Un viejo recurso
En todo caso, la idea de Rajoy no es nueva. En Italia ya existe un departamento similar y el último Gobierno de Felipe González desgajó todas las competencias de asuntos sociales en un ministerio al frente del cual estaba Ángeles Amador.
Y para que no todo quede en un ministerio, el líder del PP impulsará una "Ley de Apoyo a la Familia" que desarrolle el artículo 39 de la Constitución, que establece que los poderes públicos deben proteger "la protección social, económica y jurídica de la familia".
Y la crítica, que no falte
¿Cómo ve Rajoy la economía? Muy diferente al discurso pronunciado el miércoles por el presidente del Gobierno, en el que Zapatero defendió el "patriotismo" económico ante los mensajes catastrofistas y alarmistas del PP. Rajoy insistió el jueves en que Zapatero "no dice la verdad" respecto a la situación económica, sino que "falsea el diagnóstico" y "vive en otro mundo".
"No es verdad que la economía de las familias españolas vaya bien, y un dirigente que se equivoca o falsea el diagnóstico no puede ser la solución al problema", aseveró el presidente de los populares para después pedir el voto a los electores tras insistir en que el actual jefe del Ejecutivo no está capacitado para resolver el "problema" de la economía en los próximos años.
Insistió en que un político que dice que "no hay problemas con los salarios, las pensiones o los precios no está capacitado para resolver el problema, porque no cree que lo haya".
"No está capacitado quien está fuera de la realidad y quien acusa a los demás por decir la verdad para resolver el problema, porque vive en otro mundo y no sabe lo que está sucediendo", añadió.
La economía, "desatendida"
Tras criticar que durante tres años y medio Zapatero "no ha atendido" la economía, y que haya "dilapidado la herencia que dejó el Partido Popular", acusó al presidente del Gobierno de haberse dedicado a debatir sobre naciones y estatutos y "olvidar" las necesidades reales de los españoles.