Llegó el día decisivo: el Bundestag alemán vota hoy si ratifica la reforma del fondo de rescate europeo acordada por los líderes de la eurozona en julio pasado. Los sondeos apuntan a que los europeistas triunfarán sobre los euroescépticos y conseguirán la mayoría necesaria para dar luz verde a la participación alemana que, con 211.000 millones de euros en garantías, es la mayor de toda la UE. Alemania se convertiría así en el undécimo Estado de la zona euro que autoriza el refuerzo del mecanismo.
Está en juego el futuro de los países que precisan ayuda como Grecia, Irlanda y Portugal, o los que podrían necesitarla como España o Italia. También se la juega la canciller conservadora Angela Merkel. Conseguirá que se apruebe la reforma, pero no está claro que lo logre gracias sólo al apoyo de los conservadores y los liberales que forman su coalición de Gobierno.
Las deserciones en sus filas, se calcula que podrían ser 19, harían que la canciller saque adelante la votación gracias al apoyo de la oposición socialdemócrata y verde, lo que la desestabilizaría políticamente.
Votación clave
El parlamento alemán vota hoy ampliar las garantías que los Estados dan al fondo de manera que este tenga capacidad real de movilizar 440.000 millones de euros para prestarlos a países en apuros. Hasta ahora, esa capacidad era teórica y en realidad se reducía a unos 250.000. El fondo también adquirirá poder para recapitalizar bancos en dificultades, para prestar dinero de manera preventiva a países que no necesiten de un rescate puro y duro como el de Grecia, y para comprar deuda pública en el mercado secundario.
Lo que todavía no se plantea oficialmente, sólo hay un debate soterrado en el que Berlín ha tomado posición en contra, es recurrir al apalancamiento y a colaboraciones con el Banco Central Europeo (BCE) para que este fondo pueda movilizar unos 2 billones de euros, sin lo que no podría reflotar a países de la talla de España o Italia. Pero en Bruselas se confía en que Merkel termine por aceptar esta medida, y se considera que su oposición es táctica: de momento evita todo lo que pueda provocar rechazos en sus filas y complicarle la votación de hoy en el Bundestag.
El Parlamento finlandés ratificó ayer la reforma del fondo con 103 votos (de los partidos en el Gobierno) a favor, y 66 votos en contra de la oposición. Finlandia, uno de los miembros más reticentes, da finalmente así vía libre a su contribución de 14.000 millones en avales (el 1,8% del total). También Eslovenia hacía lo propio el martes. El Parlamento austríaco celebrará la votación este viernes. Sólo faltarían Chipre, Eslovaquia, Estonia, Holanda y Malta.