Economía

Italia: el plan de austeridad incluirá subidas del IVA e impuesto a los ricos

  • El plan llega en plena jornada de huelga general en el país
Un manifestante sujeta una bengala frente al edificio de la bolsa de Milán. Foto: Reuters

El último plan de austeridad italiano va a incluir una subida del IVA del 20 al 21%, así como una tasa del 3% para las rentas mayores de 500.000 euros, según ha anunciado hoy el Ejecutivo presidido por Silvio Berlusconi, retomando medidas que la semana pasada anunció que iba a abandonar.

Se incluirá, además, una enmienda al texto para el retraso progresivo de la edad de jubilación de las mujeres en el sector privado, de 60 a 65 años, a partir de 2014.

Estas son algunas de las últimas medidas acordadas hoy por la mayoría gobernante durante una reunión celebrada en Roma, según los medios de comunicación italianos.

Se trata de una serie de nuevas actuaciones que se suman a las numerosas modificaciones que ha sufrido el texto desde que fuera aprobado por el Ejecutivo en un Consejo de Ministros el pasado 12 de agosto y que preveía un ajuste presupuestario de 45.500 millones de euros para el próximo bienio.

Mañana se someterá a votación

La junta de portavoces anunció, además, su decisión de fijar la votación final del texto en el Senado para mañana, siguiendo así los deseos de la mayoría conservadora en el poder de acelerar los tiempos de aprobación del documento.

De forma paralela, el Gobierno comunicó la convocatoria de un Consejo de Ministros a las 18.00 hora local (16.00 GMT) para autorizar que el plan de ajuste se someta a una cuestión de confianza en la Cámara Alta.

El uso de las llamadas cuestiones de confianza es una estrategia muy utilizada por los ejecutivos italianos para acelerar la aprobación de las leyes, ya que permite saltar el debate de enmiendas y el parlamentario.

Tras su paso por el Senado, de ser aprobado, el texto pasaría a la Cámara de los Diputados para su ratificación definitiva.

Continuas modificaciones y jornada de huelga

El texto aprobado por el Ejecutivo italiano y sus continuas modificaciones posteriores han sido el blanco de las críticas de la oposición, la patronal y los sindicatos, que, en diferentes grados, consideran que las medidas recaen en gran parte sobre los sectores más vulnerables de la sociedad, al tiempo que no favorecen el crecimiento y la ocupación.

En esta línea, el sindicato CGIL, el principal del país, ha convocado una jornada de huelga, que ha provocado grandes inconvenientes durante la jornada, con importantes interrupciones en los servicios de transporte y manifestaciones en más de cien ciudades, entre ellas las más importantes del país como Roma, Nápoles, Milán y Turín.

La protesta se prolongó durante ocho horas, desde las 09.00 hasta las 17.00 hora local (07.00-15.00 GMT), en casi cien ciudades, entre ellas las principales del país, y a la misma se sumaron los dos grandes formaciones políticas de la oposición, el Partido Democrático (PD) e Italia de los Valores (IDV).

Según datos del sindicato convocante, hasta mediodía se había producido un seguimiento de la huelga del 60% en toda Italia en varios sectores, como los transportes públicos, los museos nacionales (cerrados por falta de personal) o las líneas aéreas, pero posteriormente no se ofrecieron más cifras.

Los aeropuertos, los más afectados

Por su parte, el ministro italiano de Administraciones Públicas e Innovaciones, Renato Brunetta, aseguró que la adhesión a la huelga fue de entre el 3 y el 4 por ciento.

Los efectos más caóticos de la protesta se sintieron en los aeropuertos italianos de Fiumicino y Ciampino en Roma, donde se cancelaron hasta 100 de los 220 vuelos previstos y donde largas filas de turistas aguardaban ante los mostradores de la distintas compañías para exigir información sobre sus aviones.

En los aeropuerto milaneses, un total de 144 vuelos fueron cancelados, 106 en Malpensa y 38 en Linate, informan medios italianos.

La huelga del transporte público paralizó prácticamente Roma hasta la finalización de la protesta a las 17.00 hora local (15.00 GMT).

Otro de los efectos del paro fue que la edición de hoy del periódico "Il Corriere della Sera" no saliera a los quioscos porque los tipógrafos se adhirieron a la protesta.

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