
Mientras el FMI apremia a Europa a solucionar su crisis de deuda, la canciller alemana, Angela Merkel, descarta que la cumbre extraordinaria de la Eurozona del jueves se consiga un resultado "espectacular" que acabe con los problemas de la deuda griega. De momento, se perfila un plan con un impuesto a la banca y una ampliación de vencimientos.
La jefa del Gobierno germano aseguró en una rueda de prensa conjunta con el presidente ruso, Dmitri Medvédev, en Hannover (noroeste de Alemania) que "ni mañana ni el jueves" se va a poder dar un "paso espectacular" para resolver la cuestión del endeudamiento heleno, ya que el tema es muy complejo.
En cambio, subrayó que la solución a la crisis crediticia de Grecia debe alcanzarse a través de un "proceso controlado y dominado" con múltiples medidas que reduzcan la deuda del país y mejoren la competitividad de su economía.
A juicio de Merkel, "quien se toma en serio sus responsabilidades políticas" debe evitar los golpes de efecto, a pesar de que sea "humano" pretender que ciertos problemas recurrentes "desaparezcan" definitivamente de la agenda.
Varias opciones sobre la mesa
La canciller añadió que hay varias opciones distintas sobre la mesa para atajar las dificultades financieras de Atenas, que acumula una deuda equivalente a casi el 160 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB), aunque no citó ninguna en concreto.
En los últimos días, en Bruselas y Berlín se han barajado distintos modos de enfrentarse a la situación helena, que abarcan desde de la reestructuración hasta el recorte parcial de la deuda, pasando por la emisión de los denominados eurobonos o títulos de deuda de la eurozona o la recompra con aportes del Fondo de Rescate Europeo (FEEF).
Varios economistas han criticado fuertemente las dos primeras opciones, alegando que lastrarían a la unión monetaria europea, y Alemania se ha negado desde el principio a la emisión de bonos comunes de deuda.
Merkel, que señaló que los líderes de la Eurozona tienen ante sí una "tarea histórica, reiteró de nuevo que "el euro es bueno para todos" casi en clave nacional, y destacó que en la actualidad "no se puede concebir una Europa sin" la divisa común.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, frontalmente opuesto a la reestructuración y al recorte, instó ayer a los líderes de la eurozona a ser "responsables".
Espera un buen resultado
Fuentes de la Cancillería federal aseguraron ayer que Merkel contaba con obtener "un buen resultado" en la cumbre extraordinaria de jefes de Estado y Gobierno de la Eurozona convocada para este jueves en Bruselas.
El presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, convocó el pasado viernes este encuentro de alto nivel con la situación de Grecia como principal punto de la agenda, ya que los 17 países que comparten el euro deben acordar el segundo rescate a Atenas.
La convocatoria de la cumbre, que inicialmente se esperaba iba a realizarse la semana pasada, fue frenada durante días por el gobierno de Berlín, que no estaba dispuesto a acudir si no se podía contar con resultados concretos.