Economía

Paradoja laboral: baja el desempleo y cae la afiliación a la Seguridad Social

Foto: Archivo

Por tercer mes baja el desempleo registrado: esperable. La campaña turística requiere contratos temporales. En junio bajó el paro según los Servicios Públicos de Empleo (SPE) en 68.858 personas. Buena noticia. No obstante, es de rigor analizar los datos.

¿Qué pasó en 2010? Lo mismo. Su junio también fue el tercer mes de baja consecutiva del desempleo y la caída fue mayor, 83.843 personas dejaron el paro; en julio de 2010 disminuyó poco y en agosto empezó a subir. Parecido a 2009. En el mercado de trabajo la cima del paro está en febrero/marzo/abril, luego disminuye hasta julio y vuelve a subir en otoño/invierno. Con el 2011 son tres años con esa dinámica; grave es que se consolide. Seríamos el veraneo de Europa (si el Magreb sigue convulso socialmente) y eso conformaría nuestra curva de desempleo.

Pero, a la vez disminuye la afiliación a la Seguridad Social (5.612 menos) ¿Cómo es posible si hay menos gente en el paro? Busquemos una explicación.

Según el Informe de Ocupados Afiliados a la SS de junio de 2011: "Los datos de afiliación que se ofrecen se refieren a relaciones con la Seguridad Social que están en alta por razón de su trabajo (ocupados). No incluyen los que cotizan por otros motivos (perceptores de prestaciones de desempleo, convenios especiales, obtención de prestación sanitaria. Estos últimos sólo se incluyen en la estadística que muestra la relación entre el número total de afiliados y el número total de pensionistas)".

Entre los 17,6 millones de afiliados ocupados no están: los desempleados, los jubilados, ni otros grupos. Así que puede decrecer el desempleo y los ocupados afiliados a la SS porque: a) se jubilen más de los que consiguen empleo, entonces disminuyen los afiliados SS, ya que los jubilados no figuran; b) no aumente el paro porque las nuevas personas registradas en el Servicio Público de Empleo (antiguo Inem) 'sin empleo anterior ni trabajo', sean pocos o no se registren por el efecto 'disuasión'.

Esto último significa que, ante la desesperanza, la nueva población activa alarga sus estudios, emigra o no se registra. Puede que ocurran ambas cosas a la vez; es lo más probable y sería bueno comprobarlo con números, que ahora no dispongo.

Las pensiones, en peligro

Cualquiera de las hipótesis es un mal mensaje. Si se jubilan más que se emplean y las cohortes nuevas de población son escasas: las pensiones entran en peligro. Eso justificaría la Reforma de las Pensiones, pero con estos datos sospecho que se ha quedado corta.

Además la 'disuasión' es un indicador del mal estado de la economía; la alarmante tasa de desempleo juvenil (43 por ciento, según la EPA, que refleja más el estado de ánimo que el paro registrado) indica que muchos no ven claro el panorama y en economía el efecto psicológico es fundamental.

Así que la paradoja de la bajada del paro y el desempleo indica: que el respiro es coyuntural, diría el economista; y que hay problemas estructurales, remarcaría el economista. En eso estamos. Pero: ¡Respiren! Algún político esta semana decía que tiene la solución ¿Será verdad?

José Ramón Pin Arboledas es profesor del IESE

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