
El viceprimer ministro británico, Nick Clegg, no quiere que se socialicen sólo las perdidas de las entidades financieras y ha propuesto entregar a cada ciudadano británico acciones en los bancos del Reino Unido rescatados con dinero público.
En unas declaraciones al periódico británico Financial Times, el líder liberal demócrata explicó que ha escrito al ministro de Finanzas, el conservador George Osborne, para pedirle que estudie su plan en el marco de la reprivatización del Royal Bank of Scotland (RBS) y el Lloyds Banking Group.
"Es muy importante desde el punto de vista psicológico que el público británico tenga la sensación de que no se les ha pasado por alto ni se les ha ignorado", afirmó desde Río de Janeiro, donde se encontraba en viaje oficial. Y es que, en su opinión, la sociedad británica "está condenada" a tomar una participación en el sistema financiero.
Disfrutar de los beneficios
En este sentido, afirmó que "se han utilizado miles de millones de su dinero para mantener con vida el sistema bancario británico y (los ciudadanos) no tienen ninguna influencia en lo que vaya a ocurrir cuando se restablezca la normalidad".
"Le das al Tesoro un seguro de que se mantendrán a flote pero no le das al Tesoro la libertad de aprovechar las ganancias si es que las hay", añadió.
Según el periódico, la propuesta del viceprimer ministro equivaldría al mayor experimento de "democracia de accionistas" desde el Gobierno de la conservadora Margaret Thatcher en los años 80 del pasado siglo.
Pero los escépticos creen que el plan podría convertirse en una pesadilla logística cuya aplicación costaría millones de libras, según el diario.
Londres controla actualmente un 83% del Royal Bank of Scotland y un 41% de Lloyds tras haber inyectado 66.000 millones de libras de dinero público en octubre de 2008 para salvarlos de la quiebra.