
El economista Santiago Niño Becerra cree que el subsector del automóvil se enfrenta a cambios profundos. Y eso que hasta ahora ha capeado el temporal debido a que la mayoría de la producción de las plantas españolas se destina al mercado extranjero.
Becerra apunta que el ajuste de plantillas, las reducciones de sueldos y la flexibilización de horarios han logrado salvar algunas plantas. Sin embargo, opina que muchas acabarán echando el cierre.
"En Francia, Italia y Alemania hay fabricantes nacionales, y si sobra capacidad a nivel de Europa se cerrarán fábricas en España, República Checa, Polonia o Turquia, pero nunca en Francia, Italia o Alemania", escribe el catedrático en La Carta de la Bolsa.
Ahora bien, Becerra señala que "otra cosa es el hecho de que los que producen los coches no puedan comprarlos". Y es que uno de los rasgos característicos del sector es que el 80% de las ventas depende de la concesión de créditos. Y a eso hay que sumarle que las plantas ensambladoras se enfrentan a un mundo cada vez competitivo en el que la optimización y los recortes son la norma.
Las matriculaciones de automóviles alcanzaron 78.870 unidades durante el pasado mes de mayo, lo que supone un descenso del 23,3% en comparación con el mismo mes de 2010, según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac) y de vendedores (Ganvam). Fue el undécimo mes consecutivo de caída.