
La deuda de las entidades españolas con el Banco Central Europeo (BCE) repuntó en abril después de tres meses consecutivos de descensos, hasta alcanzar los 42.077 millones de euros, según datos del Banco de España.
En concreto, en abril la demanda de crédito al BCE creció el 2,6% respecto a marzo (40.992 millones), mientras que si se compara con el mismo mes de 2010 registró un descenso del 43,5%.
Sin embargo, sigue en niveles muy bajos en comparación con los registrados un año antes. En este sentido, el BdE explica que las entidades españolas han reducido sensiblemente sus peticiones de liquidez al instituto emisor con respecto a los niveles de julio y agosto de 2010.
Niveles de 2004
La financiación del BCE al resto del Eurosistema descendió hasta los 320.481 millones de euros en abril, el más bajo desde, al menos, noviembre de 2004. Este importe representa un descenso del 5,4% respecto a marzo (338.910 millones) y del 38% respecto a abril de 2010 (518.251 millones).
De este modo, el importe de la banca española en relación al resto del sistema europeo aumenta hasta el 13%, uno de los más bajos de los últimos meses, ya que las peticiones de liquidez de las entidades españolas llegaron a alcanzar el 25% durante 2010, una cuarta parte de la financiación total.
Estos datos representan el saldo vivo que las entidades residentes en España tienen pendiente de devolver al BCE como consecuencia de la financiación que el instituto emisor les ha concedido previamente, y supone una media de las operaciones diarias que se realizan durante el mes.
Regreso a los mercados
La normalización de los mercados y la estabilización de la prima de riesgo ha permitido a las entidades comenzar a colocar deuda en los mercados a precios más razonables que en meses anteriores. No obstante, el spread respecto al bono alemán continúa en niveles muy elevados (aún por encima de los 200 puntos básicos) y el sector financiero hace hincapié en que debe seguir la senda de moderación para contribuir a la recuperación de la financiación.
En cualquier caso, la relajación de las tensiones ha permitido que la dependencia de la bana al BCE regrese a zonas de hace dos años. Además, muchas entidades españolas han comenzado a operar de forma muy activa en las denominadas Cámaras de Contrapartida, que actúan como garante de las operaciones que se realizan entre las entidades financieras.
Estas operaciones minimizan riesgos, ya que la propia cámara exige garantías a las entidades que intervienen en la operación. Los expertos aseguran que operar a través de las cámaras dinamiza los mercados y ha permitido a las entidades españolas compensar la falta de liquidez al generar más confianza en los inversores.