
El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, ha asegurado que el Gobierno mantiene "su disposición" a aprobar el plan para aflorar empleo sumergido en el Consejo de Ministros de este viernes a través de un real decreto ley, tras subrayar que estas medidas no se incluyeron en la "agenda del diálogo social" y que se deben tomar "pronto" para aprovechar la coyuntura económica. El Gobierno reducirá a seis meses la cotización reconocida al empleado que deje de trabajar "en negro".
"A la vista de las propuestas y las objeciones del plan (por los agentes sociales), el Gobierno tomará sus decisiones en un decreto ley que aprobará este viernes", expresó el ministro a los periodistas tras presidir la toma de posesión del nuevo director general de la OIT, Joaquín Nieto.
El vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, ya dijo el pasado miércoles que el Gobierno aprobaría el plan para aflorar el empleo sumergido en el Consejo de Ministros del 29 de abril "casi con toda seguridad".
No es negociable
Gómez también recordó que el Ejecutivo decidió abrir un periodo de consultas con los sindicatos y empresarios, pero no un periodo de negociación "habitual" con tiempo para el intercambio de posiciones. "La decisión de someter el plan a un proceso de consultas fue tripartita", justificó.
Además, el ministro descartó varias veces que el plan esté acompañado de una amnistía por emerger el empleo en negro, sino que se trata de dar "unos dos o tres meses" para que las empresas opten por el afloramiento una vez se apruebe el decreto ley. "Lo que interesa es que cuantos más empleos emerjan, mejor", agregó.
"El plan no contiene ninguna amnistía, sino facilidades", defendió el ministro para después indicar que tras estos "meses" se producirá un "incremento sustancial importante" de las sanciones por mantener empleo sumergido. El plan es reducir la tasa de paro al 16,5%.