Según informa el Financial Times, cuando la Deutsche Börse intentó por última vez expandirse en Europa y hacer una oferta en 2006 para comprar Euronext, su hazaña fue recibida con cierta mofa por Hugh Freedberg, el por entonces consejero delegado del negocio de derivados de Euronext.
"Esto crea un monopolio europeo", dijo, argumentando que mediante la combinación de Eurex, el negocio de negocios de derivados de la bolsa alemana de valores, con Liffe, el brazo de derivados de Euronext, los clientes no tendrían elección a poder elegir servicios y se enfrentarían a una clara situación monopolística.
El rotativo británico pone de manifiesto que cinco años más tarde, el negocio de Freedberg, bajo el poder del NYSE Euronext, pone de manifiesto los problemas a los que se enfrenta la posible fusión entre la bolsa de valores alemana y su homóloga estadounidense. De momento, NYSE Euronext se empeña en afirmar que no existe problema alguno con la fusión entre Eurex y Liffe, pero como ya puso de manifiesto en el pasado Freedberg, los problemas regulatorios son más que evidentes.
De hecho, como indica el FT, los problemas antimonopolísticos de la operación NYSE-Börse son potencialmente mucho más complejos que aquellos que enfrentaría a este lado del Atlántico una posible fusión a tres bandas entre la bolsa neoyorquina con Nasdaq OMX e InterContinental Exchange.
Con este escollo sobre la mesa, es cierto, que la bolsa alemana lo va a tener mucho más difícil a la hora de convencer a los accionistas del NYSE Euronext sobre las ventajas de su oferta, valorada en 9.400 millones de dólares. Especialmente, cuando el hermanamiento entre Nasdaq y ICE supone 11.300 millones de dólares, en efectivo y acciones, además de respetar el espíritu patriótico de la mítica plaza neoyorquina.
Al fin y al cabo, la operación entre la Börse y la Bolsa de Nueva York implica no sólo la combinación de dos grandes mercados de derivados, sino también las cámaras de liquidación, conocidas como clearing houses, que en la actualidad son el centro de una acalorada discusión en Europa sobre la competencia y el acceso a este tipo de este tipo de estructuras post-negociación.
El FT señala que éste será un gran punto de atención a la hora de aceptar la oferta final ya que al final, la ganadora será la opción con menos problemas legales de por medio. De momento, el ICE y el Nasdaq han puesto una suma de 350 millones de dólares, en el caso que una posible fusión se vea descarrilada por exigencias de los reguladores.
El mes pasado Joaquín Almunia, comisario de la Unión Europea en materia de competencia, ya advirtió que el posible matrimonio entre los alemanes y el NYSe era un "caso complejo" que sería objeto de una "investigación profunda".