El inversor Marc Faber arremete duramente contra la élite de Estados Unidos en su última edición de su informe Gloom Boom Doom. "Desafortunadamente creo que la decadencia moral que sufren algunos estamentos sociales del país se une a las piezas del puzzle que demuestra que el país es un estado fallido", determina.
Para Faber, la irresponsabilidad fiscal y monetaria junto con la avaricia de los empresarios y políticos no hacen más de erosionar los pilares educativos y la infraestructura de la todavía primera potencia mundial.
En lo que se refiere a la catástrofe vivida en Japón, tras el terremoto, tsunami y posterior crisis nuclear, Faber afirma que tendrá grandes implicaciones en la economía mundial. "El gobierno nipón tendrá que monetizar su deuda de alguna forma", señala.
Desde su punto de vista este tipo de eventos "conducen a una mayor impresión de billetes". De todas formas, y pese a que la renta variable nipona llegará a marcar "una gran caída", finalmente acabará por regresar a un mercado alcista.
Por lo que se refiere a la energía nuclear, Faber no duda en afirmar que el evento aislado en Fukushima no tendrá mayor impacto en los planes nucleares de potencias como China, Corea del Sur, India o Rusia. "La necesidad de crear electricidad de forma limpia incluye la energía nuclear y estos países reiterarán sus planes al respecto", asegura.
Faber cree que el coste de producción de uranio crecerá y que la demanda continuará elevada, lo que demostrará que la actual falta de consenso y de popularidad es "muy rentable".