Economía

Grecia debería replantearse la venta de tierras para acabar con su deuda

Dentro de los planes de Atenas para reducir su déficit se prevé la privatización de activos por un importe total de unos 50.000 millones de euros. Sin embargo, hay quien cree que estas ventas podrían no ser suficientes y que Grecia debería considerar seriamente la opción de desprenderse de territorios estatales.

La posibilidad de que el gobierno heleno ponga el cartel de Se vende sobre algunas de sus islas salió a relucir en verano del año pasado. Atenas negó en redondo el rumor difundido por medios locales y lo calificó de "insulto".

Meses después, la postura defendida por el Ejecutivo de Yorgos Papandreu sigue siendo la misma. En febrero, el portavoz oficial griego, Yorgos Petalotís, explicaba que la necesidad de aprovechar los bienes del Estado "no significa de ninguna manera la venta de la tierra estatal".

Pero, ante la presión internacional, abrirá una vía alternativa, tal y como se desprende de las medidas que está preparando y que adelantaban a Efe fuentes cercanas la pasada semana. La intención del gobierno es alquilar las tierras públicas, a modo de un leasing, lo que acompañará lanzar una legislación que prohíba vender suelo estatal griego.

Replantearse la opción

Lo que sí se traspasará a manos privadas serán los aeropuertos, los ferrocarriles, correos, las carreteras, la electricidad o el agua, además de propiedades inmobiliarias por valor de unos 8.000 millones de euros.

Sin embargo, algunos expertos siguen pensando que no recaudarán lo suficiente y que la venta de terreno es una buena opción para que el país salga del atolladero de deuda en el que se encuentra. "La venta de activos es un elemento importante para estabilizar el nivel de endeudamiento, pero no parece que vaya a ser la panacea", afirma a Bloomberg el economista del RBS, Silvio Peruzzo.

Miltos Kambourides, socio de Dolphin Capital Partners, va más allá. "Ningún inversor extranjero va a querer alquilar un lugar en vez de comprarlo y además recibir órdenes sobre lo que debería desarrollar allí", indica.

Kambourides asegura que esto desanimará a muchas compañías a entrar en el país, ya que "crea una elevada barrera de acceso", y que se trata de una política que no favorece a los griegos. "Tienen un concepto equivocado de la propiedad, como si la tierra vendida fuera a ser llevada a otro país", añade. Su firma de capital riesgo, Dolphin Capital, está construyendo varios resorts de lujo en el país mediterráneo.

Los detalles del programa de privatización de bienes y servicios, con el que Grecia pretende obtener hasta 50.000 millones de euros de financiación hasta 2015, serán desvelados en "las próximas semanas", aseguraba Atenas el pasado 23 de marzo.

En abril, está previsto que un grupo de expertos de la zona euro y del FMI viajen a Grecia para comprobar la marcha de su plan de privatizaciones.

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