Economía

El BCE y el BoE pueden provocar estancamiento y deflación como en Japón

El Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra (BoE) ya han mostrado su intención de subir los tipos de interés para frenar la inflación. Algunos analistas creen que estos organismos pueden cometer un error si ignoran las lecciones económicas que ha enseñado la economía de Japón, es decir, pueden paralizar la economía y provocar deflación.

"El peligro es que se cometa un error con la política monetaria", advierte Stephen King, economista jefe de HSBC y ex funcionario del Tesoro del Reino Unido. "En un intento por controlar la inflación este año podrían sentar las bases para un crecimiento decepcionante en el futuro, como sucedió en Japón", indica.

Los problemas de Japón, que comenzaron con el estallido de una burbuja de activos y se extendieron más allá de la "década perdida" de 1990, han sido una referencia para los bancos centrales a la hora de evitar errores al luchar con la crisis crediticia. Ben S. Bernanke, actual presidente de la Reserva Federal de EEUU, ya comentó en 2003 en Japón que "el bajo rendimiento de su economía se debe casi en su totalidad a una política monetaria muy pobre".

Paralelismos con la situación actual

King dibuja paralelismos entre la situación actual con la década de 1990, cuando el Banco de Japón (BoJ) más que duplicó los tipos de interés hasta el 6% para frenar una inflación que llegó al 4,2% con el aumento del precio del petróleo durante la Guerra del Golfo. El gobernador del organismo nipón Yasushi Mieno luego tuvo que dar marcha atrás ya que la inflación desaparecía y situar el precio del dinero en el 2% a finales de 1993.

"La acomodación monetaria puede contribuir a la recuperación, pero el ajuste puede socavar una recuperación incipiente, que es lo que sucedió en Japón", ha comentado Daniel Leigh, un economista del Fondo Monetario Internacional (FMI), que escribió un estudio en Japón en 2009.

Adam Posen, uno de los miembros del BoE, lanzó recientemente el mensaje de que hay que aprender de las subidas de tipos de Japón a partir de 2000, lo que "llevó a los malos resultados macroeconómicos".

Algunos analistas consideran que algunos factores de la crisis, como la subida del precio del petróleo, a veces pueden resultar más deflacionarios que inflacionarios porque enfrían el poder adquisitivo de los ciudadanos. Algo que podría ocurrir en estos momentos.

King cree que hacer frente a una amenaza de inflación a corto plazo está muy bien, como ocurre ahora con los picos del precio del petróleo, pero considera que pueden ser medidas que no saldrán gratis. "Como ahora sabemos, los costes a largo plazo son enormes: estancamiento, deflación y los deficientes resultados económicos", asegura.

Situación económica complicada

Los bancos centrales se encuentran en una situación difícil. Las economías todavía se están recuperando de una de las mayores crisis del último siglo, por lo que una subida precipitada de los tipos de interés para frenar la escalada de la inflación provocada por el petróleo puede paralizar otra vez la renqueante actividad.

El presidente del BCE, Jean Claude Trichet, avisó en la última reunión mensual de la entidad de que podría haber una subida de tipos en abril para combatir una inflación que se ha elevado en la zona euro hasta el 2,3% interanual.

En cuanto a la situación en Reino Unido. El mercado especula ya con que el BoE podría subir los tipos en cualquier momento, ya que el Índice de Precios al Consumo se ha disparado al 4,4%. El problema es que la economía del país se contrajo un 0,6% en el cuarto trimestre de 2010.

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