
Tras la decisión del Gobierno español de rebajar de 120 a 110 kilómetros por hora el límite de velocidad en las autovías, algunos países europeos podrían seguir sus pasos. No así el Reino Unido, que ha planteado la posibilidad de hacer justo todo lo contrario: ampliar de 112 a 128 kilómetros por hora el citado límite con el objetivo de estimular la economía. El objetivo: mejorar la productividad.
Según recogen varios medios de comunicación, como The Independent, el Secretario de Transportes, Philip Hammond, ha planteado la posibilidad de que a la hora de establecer los límites de velocidad se tomen en consideración otros criterios, no sólo los relacionados con cuestiones de seguridad o medioambiente.
A su juicio, habría que tener en cuenta también los beneficios económicos. Hammond opina que se deberían establecer los límites una vez realizado un riguroso análisis del coste-beneficio. Tiempos de viaje más cortos podrían mejorar la productividad y en consecuencia, estimular la economía.
Desde 1965, la velocidad máxima en las autopistas británicas ha sido de 70 millas por hora (112 km/h). En Francia e Italia la cifra se eleva a 130 kilómetros y en países como Portugal, Bélgica y, hasta el 7 de marzo, España, se establece en los 120 kilómetros. En Alemania, parte de las autopistas no tiene límite. De lo que se trataría en el Reino Unido es de aumentar la velocidad máxima permitida de 112 a 128 kilómetros por hora.
Reino Unido es uno de los países de la Unión Europea con menos accidentes con víctimas mortales. Un reciente estudio de la Fundación RAC apunta que entre el año 2000 y 2008, el número de semáforos aumentó un 30%, y si sólo se tiene en cuenta Londres, el incremento fue del 23%, a más de 6.000.