
El ahorro para los autovomilistas por el menor consumo será de unos 440 millones mensuales. El Gobierno rebajará un 5% de media los billetes y abonos de Renfe de Cercanías y media distancia. Hoy Blanco ha tildado de friki al PP por su oposición a la medida, mientras Cospedal le ha sugerido a Zapatero que no viaje en Falcon para ahorrar petróleo.
El Gobierno sorprendió ayer con el anuncio de que, a partir del próximo 7 de marzo, el límite de velocidad en todas las autopistas y autovías del país -independientemente de que sean de titularidad estatal o autonómica- se reducirá de 120 a 110 kilómetros por hora. Este cambio supondrá un ahorro para los consumidores de 440 millones de euros y, para el Estado, implicará una caída en la recaudación fiscal de 230 millones.
Ésta es la medida estrella del nuevo plan de eficiencia energética que aprobará el Consejo de Ministros la semana que viene para responder al encarecimiento del petróleo derivado de la crisis libia, pese a que ayer el crudo se estabilizó en los 111 dólares el barril de Brent, después de haber alcanzado los 120 dólares el pasado jueves.
El vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, -sin estar acompañado del ministro de Industria, Miguel Sebastián- justificó el anuncio como una forma de consumir menos petróleo y de ahorrar en tiempos de crisis: un 15 por ciento de gasolina y un 11 por ciento de gasóleo.
Rubalcaba recordó que cada 10 euros que sube el barril de Brent, la factura energética española se incrementa en 6.000 millones, esto es, en 500 millones al mes. Industria informó, después, de que la reducción de velocidad supondrá un ahorro de 18 millones de barriles de crudo al año, lo que se traduce en una caída de la factura energética en unos 1.400 millones de euros.
Polémicas aparte, aunque el número dos del Gobierno evitó realizar un cálculo del ahorro para el consumidor, esta medida tiene dos caras en materia económica.
En el lado positivo para el bolsillo, los datos de consumo medio apuntan a que los automovilistas se ahorrarán unos 440 millones de euros al mes, mientras siga en vigor el límite de velocidad. Esta cifra se desprende de calcular el porcentaje de ahorro del consumo medio de gasolina al mes (525.000 toneladas) y de gasóleo (2.500.000 toneladas) teniendo en cuenta el precio máximo que alcanzó el litro el jueves, esto es, 1,28 y 1,24 euros, respectivamente. Así, el ahorro en gasolina será de 100 millones de euros y en gasóleo ascenderá a 341 millones.
Esto se traducirá a la hora de llenar el depósito en un ahorro de 7,5 euros para los coches que reposten gasóleo y 10,59 euros para los gasolina, según los últimos datos del Boletín Petrolero de la UE, informa Servimedia.
250.000 euros en pegatinas
Para el Estado la medida, igualmente, tiene una vertiente negativa y otra positiva. Las dos son fiscales. Las arcas públicas dejarán de ingresar un total de 230 millones, 60 millones en recaudación por gasolina y 170 millones en gasóleo, en concepto de impuestos derivados de los carburantes entre los que destacan el Impuesto sobre Hidrocarburos, el IVA o el impuesto estatal promedio del tramo autonómico.
Sin embargo, la recaudación por multas de tráfico subirá seguro, pese a que Rubalcaba aclaró que el nuevo límite no supondrá una revisión de las sanciones en el carné por puntos. En 2011, la estimación realizada en los Presupuestos contemplaba unos ingresos de 409 millones de euros, un 5,2 por ciento menos que en 2010.
El nuevo límite tiene varias repercusiones más. La primera de ellas, el cambio en las 6.000 señales de límite, lo que supondrá -según Fomento- un gasto de 250.000 euros en pegatinas, ya que ésta es la fórmula que utilizará el Gobierno para actualizar la velocidad máxima por su carácter transitorio.
Además, en una comparativa europea, España -con esta medida inédita que sólo tiene dos precedentes con la crisis del petróleo de 1973 y la subida de precios de carburantes de 1976- pasará a englobar la lista de países en los que el límite de velocidad es menor, a excepción de Noruega y Lituania donde es de 90 kilómetros por hora. Estará al nivel de Dinamarca, Estonia, Letonia, Rusia o Suecia.
Incremento del biodiesel
Pero la reducción de la velocidad no es la única medida dentro de un plan de eficiencia. Además, el Consejo de Ministros dio luz verde a otras tres iniciativas, una destinada al consumidor y otras dos a los fabricantes... y abrió la puerta a más.
Por un lado, el Ejecutivo anunció la rebaja de hasta el 5 por ciento en el precio de los billetes y abonos de Renfe para desplazamientos de Cercanías y media distancia. ¿El ahorro para los consumidores y el gasto para el Estado? Unos tres millones de euros al mes -35 millones al año- teniendo en cuenta los ingresos de la empresa estatal, en 2010, fueron de unos 700 millones de euros. Sin embargo, quedan fuera de esta medida los desplazamientos en AVE y largo recorrido.
Por otro lado, también con el objetivo de consumir menos productos petrolíferos, Rubalcaba anunció que se incrementará del 5,8 al 7 por ciento el porcentaje de biodiésel en gasolinas y gasóleos.
Además, el Gobierno aumentará la inspección. Creará un grupo de trabajo con empresas y grandes distribuidoras -dependiente de Economía- para intensificar el seguimiento de precios y márgenes de distribución con intención de que se cumplan estrictamente las normas de competencia.
Sin embargo, el plan no quedará ahí. Rubalcaba anunció, además, que a lo largo de la semana que viene el ministro de Industria se reunirá con la FEMP para acordar nuevas medidas de ahorro energético.
Sin entrar en detalles, el vicepresidente sí dio pistas de lo que el Gobierno planteará: ahorro en iluminación, planes de eficiencia en edificios oficiales o posibles rebajas en los transportes urbanos. Con todo, dejó claro que las iniciativas dependen de los ayuntamientos.
"Sin problemas de suministro"
El vicepresidente del Gobierno aseguró que el plan de eficiencia energética tiene como objetivo hacer frente a la alta factura que supone la subida del precio del petróleo, teniendo en cuenta que es imposible prever cuánto durará la tensión en los países árabes. Sin embargo, insistió en que el programa no tiene nada que ver con dificultades en el abastecimiento de crudo y gas a España (pese a que exista un plan de contingencia). "No hay un problema de suministro, pero repercute en el precio y, por tanto, en el consumidor y en el país", reconoció.
Rubalcaba descartó que la subida del precio del petróleo vaya a afectar a las previsiones macroeconómicas, pese a que los Presupuestos Generales del Estado para 2011 están redactados con una estimación de 81 dólares el barril. "No vamos a modificar las reservas ni el Presupuesto [...] ni va a afectar a la recuperación", defendió.