
El viceministro alemán de Finanzas, Joerg Asmussen, ha planteado la posibilidad de que la eurozona rebaje el interés de los préstamos concedidos a los países con problemas mediante mecanismos de emergencia en el caso de que los miembros en apuros incorporen límites fiscales en sus respectivas constituciones.
Durante su intervención en una conferencia económica en Nueva York, Asmussen ha señalado que sí que existen condiciones bajo las cuales Alemania aceptaría un menor interés en los préstamos de emergencia concedidos a través del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (EFSF por sus siglas en inglés).
"Sí, ahora hay un cierto margen en los préstamos del EFSF o en el préstamo a Grecia. Podríamos considerarlo si al mismo tiempo los países están dispuestos a aceptar una especie de marco fiscal nacional que se consagre en su Constitución", ha explicado.
En este sentido, ha añadido que tiene que quedar claro que los tipos de interés que forman parte de los programas de la Unión Europea (UE) y el FMI se establecen de manera que haya "incentivos claros" para que los países se preocupen por volver a los mercados.
Durante su conferencia, Asmussen también ha destacado la necesidad de una mayor coordinación financiera entre los estados miembros en el futuro con el fin de evitar crisis como las que han golpeado a país como Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España.
Asimismo, ha recalcado que Alemania no cree que se esté produciendo una crisis del euro y aseguró que Berlín hará todo lo que sea necesario para defender la estabilidad de la eurozona.
Moneda de cambio para apoyar la ampliación del fondo
La semana pasada Alemania ya anunció que estaba dispuesta a ampliar el importe del fondo de rescate europeo y que se pueda permitir recomprar deuda a los periféricos.
A cambio, exige que todos los países de la Eurozona y aquellos de la Unión Europea que no forman parte del euro suscriban un acuerdo para mejorar la competitividad de la Eurozona. Asimismo, según The Wall Street Journal, desde Berlín se insiste en la necesidad de que los estados miembros eleven la edad de jubilación, se eliminen las políticas que vinculan los salarios y las pensiones a la inflación, se adopten leyes o enmiendas constitucionales que exijan presupuestos equilibrados y se tomen en consideración criterios para armonizar los sistemas fiscales de cada país.