
Reformas, reformas y más reformas para tener "una economía con más productividad e independiente, para no tener que depender de la financiación externa, es decir, del ahorro de otros".
Ese fue el gran mensaje de Año Nuevo que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, trasladó ayer a los ciudadanos españoles en su tradicional comparecencia tras el último Consejo de Ministros del ejercicio que termina.
Y reformas inspiradas en el modelo alemán, al que recurre ahora el Presidente tras haber criticado duramente a su homóloga Angela Merkel, pero cuyos eficaces resultados parecen haberle hecho rectificar para aplicar sus recetas en España.
Un Rodríguez Zapatero, que remitió en varias ocasionas a Alemania como ejemplo de lo que había que hacer y al que se vio más relajado que en intervenciones anteriores, como si estuviera ya en el tiempo descuento de un mandato que, aseguró, piensa agotar hasta su final en 2012, sin desvelar si repetirá como candidato del PSOE porque "Este no es el momento".
Tal vez por eso, porque se sabe en tiempo de descuento y tiene asumido que, en cualquier caso, no va a repetir como jefe del Gobierno, Rodríguez Zapatero se ha puesto el traje de estadista y está decidido a asumir el coste político de unas reformas que "necesita el país" y para las que que, va a buscar "un amplio consenso" porque esta ha de ser una tarea de colectiva, una tarea de pactos, de acuerdos, de consensos" , aseguró , recogiendo las palabras del mensaje navideño del Rey Juan Carlos.
Reformas de "calado" que afectaran a todos los grandes ejes de la política económica y social. Desde las pensiones hasta el mercado laboral, pasando por la liberalización de los sectores de servicios y la reconversión del sistema financiero. Todo ello con un objetivo irrenunciable: cumplir los objetivos de déficit público del 9,3 por ciento del PIB para 2010 y del 6 por ciento para 2011, "a través de un gran esfuerzo de austeridad".
Tensiones financieras
Fue también realista Zapatero al asegurar que las tensiones y amenazas sobre los mercados financieros de la zona euro no han terminado". "No podemos ser tan ingenuos como para pensar que por el simple hecho de cambiar de año van a desaparecer las tensiones", dijo, antes de insistir en que "España está fuerte y el Gobierno actuará con determinación para evitar estas situaciones. A este respecto, aseguró que España "ha pasado de la recesión a la recuperación" en 2010 y anunció que el crecimiento del PIB en el cuarto trimestre también va a ser positivo.
En el capítulo de las reformas, el jefe del Ejecutivo calificó de "imprescindible" la del sistema de pensiones y fue rotundo al asegurar que el Gobierno "mantendrá la ampliación de la edad legal de jubilación a los 67 años" aunque matizó que se hará "con flexibilidad en función de los años cotizados y el tipo de trabajo", y de forma progresiva aplicando un periodo transitorio que irá de 2013 a 2027.
Respecto a la profundización de la reforma laboral, el presidente Rodríguez Zapatero se refirió, explícitamente, al desarrollo de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) y la concreción y precisión de las causas económicas de las empresas para acogerse al despido objetivo.
También destacó la reforma del despido objetivo sobre la que recordó que empresarios y sindicatos tienen un plazo hasta el 19 de marzo para cerrar un documento y "si no se ponen de acuerdo, el Gobierno legislará".