Economía

Los 426 euros se sustituirán por ayudas de cuantía y duración variable

Valeriano Gómez, ministro de Trabajo. Foto: archivo

Mucho más limitada. Así será la nueva ayuda para los parados que hayan agotado la prestación por desempleo. El subsidio que sustituye al Prodi, los famosos 426 euros, serán ayudas variables que dependerán de la clase de acción formativa que realice el desempleado.

Es decir, la duración del subsidio y su cuantía se establecerá en función de la duración y la clase de curso que realice el parado. Así lo establece el segundo borrador de la reforma de las políticas activas de empleo, al que ha tenido acceso este periódico.

De esta forma, el Ministerio de Trabajo pone fin a los subsidios a fondo perdido para configurar ayudas económicas dirigidas a los parados "con carencia de rentas" y que se impliquen en su acción de reinserción laboral.

La secretaria de Estado de Empleo, María Luz Rodríguez, ya afirmaba, la pasada semana, que no es lo mismo realizar una actividad formativa que otra. En determinados cursos o itinerarios de reinserción, el desempleado tiene que dedicar buena parte de su tiempo, por lo que la recompensa económica será mayor.

Pero las personas que estén en situación de desempleo no podrán elegir las acciones formativas, sino que serán los promotores de empleo los que se encarguen de ofrecerles los cursos que mejor les complementarán. De hecho, el Ministerio ya ha ampliado el número de orientadores laborales en 1.500 más.

Por ahora, no se conocen los importes que tendrán las nuevas ayudas, que serán negociados con los agentes sociales y las comunidades autónomas. Pero, al vincular la cuantía del subsidio con el tipo y la duración del curso, el coste global de la nueva prestación será mucho menor que el Prodi. Hasta el mes de diciembre, el Estado ha dedicado 1.400 millones a la ayuda de los 426 euros, que en su conjunto ha beneficiado a unos 800.000 desempleados, según datos de Trabajo.

También limita otras ayudas

No obstante, ésta no será la única restricción. La reforma, según enuncia el segundo borrador, también pondrá coto a la renta activa de inserción, que es la ayuda que reciben los desempleados cuando sus rentas son inferiores al 75 por ciento del Salario Mínimo Interprofesional, situado en los 633 euros al mes.

A partir de que la reforma entre en vigor, previsiblemente para 2011, sólo se podrán beneficiar de esta renta los desempleados que hayan firmado un compromiso de actividad con los servicios públicos de empleo. Es decir, aquellos parados que vayan a realizar acciones de mejora formativa para reinsertarse de nuevo en el mercado.

Con estas medidas, el Ministerio de Trabajo pondrá el foco de atención en mejorar el compromiso de los demandantes de empleo en su búsqueda activa de un nuevo puesto de trabajo y, al mismo tiempo, evitar fraudes en el cobro del subsidio.

Más empleo en la UE

Para lograrlo, además de abrir la puerta a las agencias privadas de recolocación, la reforma crea un protocolo de acciones que obligatoriamente deberán cumplir todas las comunidades autónomas para atender a los desempleados. En términos generales, la reforma establece que las oficinas de empleo deberán inscribir a la persona desocupada, gestionar sus prestaciones, entrevistarle y asesorarle en las acciones formativas. Del mismo modo, se atenderá a las empresas, difundiendo sus ofertas y realizando una selección de candidatos si ésta lo solicita.

En esta guía, que queda recogida en el segundo borrador, se potencia que las oficinas de empleo también faciliten ofertas de trabajo de otros países de la Unión Europea. Con esta acción, se abre el abanico de posibilidades para los demandantes de empleo españoles.

Pero la reforma de los servicios públicos de empleo no se podrá llevar a cabo de un día para otro. Por este motivo, las oficinas de empleo priorizarán la atención a determinados colectivos.

El borrador se refiere a tres fases para implantar los nuevos servicios. Durante el año 2011, los itinerarios individuales y personalizados se dirigen prioritariamente a personas desempleadas que agoten su protección, jóvenes con déficit en formación y mayores de 45 años que lleven más de un año en paro. En 2012, se incluirán las personas con discapacidad, todos los parados de larga duración y los que provengan del sector de la construcción. En la última fase, a partir de 2013, los itinerarios se extenderán para todos.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky