
El presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Ben Bernanke, ha segurado hoy que "actuará cuando sea necesario" para limitar los daños de la crisis de las hipotecas basura al crecimiento económico. El mercado estaba expectante ante la intervención de Bernanke. Y el mercado ha escuchado lo que quería oír: que bajarán los tipos de interés.
"El comité sigue vigilando esta situación y actuará como sea necesario para limitar los efectos adversos en la economía en general que puedan surgir del desorden de los mercados financieros, dijo Bernanke en Jackson Hole (Wyoming), en un discurso en un simposio organizado por la Rerserva Federal de Kansas City.
Sin embargo, ha advertido que el banco central no está dispuesto a proteger a los inversores cuyos actos han devenido en pérdidas financieras. "No es responsabilidad de la Reserva Federal, ni sería apropiado, proteger a los bancos o los inversores de las consecuencias de sus inversiones financieras", añadió.
A pesar de ello, Bernanke reconoce que la crisis de los mercados derivada del frenazo inmobiliario y un aumento de la morosidad en los préstamos de alto riesgo podría tener efectos perniciosos en la economía general.
Esta es la primera comparecencia pública del presidente de la Fed desde que la situación en el mercado de crédito le obligó a bajar por sorpresa medio punto, hasta el 5,75%, el tipo de descuento al que presta dinero a los bancos ante el temor de que la economía norteamericana pierda fuerza.
Baja de tipos
El mercado especula con la posibilidad de que la Fed baje los tipos de interés, actualmente en el 5,25%. Las palabras de Bernanke insinúan que el organismo está barajando todas las posibilidades desde hoy y hasta la próxima reunión, que se celebrará el 18 de septiembre.
La Fed parece haber dejado en un segundo plano la que hasta ahora era considerada como su prinicpal preocupación: que "la inflación no se modere en línea con las previsiones". Parece que es hora de centrarse en la situación financiera y económica.
Los datos que se han conocido hoy invitan al optimismo de cara a la evolución de los los precios. El índice de inflación PCE Core, el preferido por el banco central estadounidense para medir la situación de los precios, subió una décima en julio respecto al mes precerente y un 1,9% en tasa interanual. En un año, este índice de la inflación subyacente ha sido de un 1,9 por ciento, que está justo dentro de los márgenes que la Fed considera saludables, del 1 al 2 por ciento. El mercado esperaba un avance mensual de la inflación de dos décimas e interanual del 2%.