Economía

Todo el mundo odia a la Fed

  • Las críticas le llueven a Bernanke desde la derecha a la izquierda
El presidente de la Fed, Ben Bernanke. Foto: Archivo

Ha sido aparecer en el programa 60 minutos de la televisión estadounidense (algo que nunca antes había hecho un presidente de la Reserva Federal) y a Bernanke le han llovido las críticas desde todos los ángulos del espectro político.

No se trata sólo de los conservadores, que ya lo habían criticado con anterioridad por tomar medidas excesivamente laxas; ahora también la izquierda se opone a aumentar el tamaño de la compra de bonos (el QE2), ya de por sí enorme.

A diferencia de sus rivales, los liberales no están preocupados por la posibilidad de que la Fed provoque una inflación descontrolada o un hundimiento del dólar. Su crítica al QE2 es que es... demasiado pequeño. "Es un paso en la dirección correcta, pero no va lo suficientemente lejos", afirma Josh Bivens, economista del Economic Policy institute. "Así que es difícil apoyarlo", añade.

No hace lo suficiente

Las críticas desde la izquierda piensan que la Fed debería inyectar todavía más dinero en la economía, tal vez hasta el doble de los 600.000 millones a los que se ha comprometido. Los liberales también están preocupados por la posibilidad de que la Fed apruebe un trato demasiado dulce para Wall Street, mientras que no hace lo suficiente para ayudar al americano medio en un entorno tan complicado.

La revelación la semana pasada de los detalles del rescate a la banca realizada por la Fed provocó un duro ataque del senador demócrata Bernie Sanders, uno de los autores de la norma que exigía a la Fed publicar dichos detalles. "Lo que digo no es que haya que limitar el poder de la Fed, sino que debe redireccionarse para ayudar a las pequeñas empresas y a los americanos ordinarios", indicó.

Este senador ha prometido una investigación el profundidad de la liquidez proporcionada a la banca en lo peor de la crisis, por si constituyen ayudas públicas.

Otro izquierdista radical, el congresista Dennis Kucinich, asegura que 'la Fed debería estar financiando el gasto público en reparar infraestructuras que son imprescindibles, porque eso crearía empleos como dice el mandato de la Fed, en vez de ser una institución elitista que no rinde cuentas y que existe solamente para el beneficio de los banqueros'.

Desde la derecha, Bernanke es acusado de causar un grave riesgo inflacionista y de desplome del dólar, crear nuevas burbujas de activos e incluso elevar las tensiones globales. La conocida Sarah Palin ha liderado los ataques republicanos basados en estos argumentos.

Pero quizá la crítica más llamativa a Bernanke ha llegado desde la propia Fed: el presidente de la Fed de Kansas City, Thomas Hoenig, se mostró a favor de acabar con el mandato dual de la Fed de mantener los precios bajos y promover la creación de empleo. Una contradicción que se puede mantener en tiempos de crecimiento pero que puede saltar por los aires en situaciones tan críticas como la actual.

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