
Tal y como se venía anunciando, la Comisión Europea ha acordado hoy autorizar a los Gobiernos nacionales seguir dando ayudas públicas a la banca y a las pequeñas y medianas empresas (pymes) hasta 2012. Lo que supone un año más de lo inicialmente previsto. Este aplazamiento tiene un motivo fundamental: las condiciones de crédito todavía no se han normalizado pese a la salida de la recesión.
No obstante, y aunque se ha prorrogado el tiempo de las ayudas, el Ejecutivo comunitario endurece las condiciones de acceso a estas subvenciones públicas, que se autorizaron por primera vez de forma extraordinaria a finales de 2008 para combatir la crisis financiera y que caducaban el 31 de diciembre de este año.
Joaquín Almunia, vicepresidente de la Comisión y responsable de Competencia ha explicado que: "después de casi dos años de un régimen especial de ayudas de Estado, debemos prepararnos a volver progresivamente a un funcionamiento normal del mercado". No obstante, ha agregado que "tenemos que conducir el proceso de salida de la crisis con prudencia".
Ayudas a los bancos
El Ejecutivo comunitario ha autorizado hasta ahora, en cuanto a la banca, subsidios públicos por valor del 39% del PIB de la UE, aunque los Estados miembros han usado una cantidad mucho menor, el 17% del PIB, según los datos de Bruselas.
Los principales problemas, según Almunia, se concentran en Irlanda, Grecia y los bancos regionales alemanes, además del Hypo Real State. Pese a que estos son los focos más problemáticos, en una reciente comparecencia ante el Parlamento, el vicepresidente no descartó que otras entidades necesiten nuevas inyecciones de capital tras los resultados de futuras pruebas de estrés, entre ellas las cajas españolas.
Por todo ello, la Comisión prorrogará hasta 2012 la posibilidad de que los Estados den ayudas públicas a los bancos, pero con condiciones más estrictas que en la actualidad. Por ejemplo, a partir del año que viene, cualquier banco que reciba ayudas públicas estará obligado a presentar un plan de viabilidad o reestructuración. Hasta ahora, esta exigencia sólo se aplicaba a los bancos en dificultades.
Las pymes
Por lo que se refiere a las pequeñas y medianas empresas, el marco extraordinario de ayudas aprobado en 2008 por la UE ha permitido a los Estados miembros conceder subvenciones por valor de 21.000 millones de euros.
A partir de 2011, se suprime la subvención extraordinaria de 500.000 euros que los Estados podían conceder sin condiciones a una empresa y se regresa al umbral normal de 200.000 euros. Pero se mantendrán un año más los subsidios para préstamos, garantías y avales a las pymes porque Bruselas considera que la situación del crédito no está todavía totalmente normalizada. No obstante, a estas ayudas no podrán acceder ni las grandes empresas ni tampoco las pymes con dificultades para favorecer los procesos de reestructuración