
Uno de los retos del Ejecutivo para los próximos meses será reestructurar los servicios públicos de Empleo. De hecho, ayer mismo, la OCDE llamó la atención sobre la inoperancia de las oficinas de empleo españolas y urgió su reforma.
En conclusión: no funciona la recolocación de los parados. En 2009, el servicio público tan sólo recolocó con éxito a tres parados de cada cien. Y para dotar de eficacia al sistema, el Ministerio de Trabajo quiere reformular las condiciones por las que un parado mantiene el cobro de la prestación de desempleo, según afirmaron fuentes cercanas al Ministerio.
Actualmente, para que los parados cobren el desempleo deben firmar un compromiso de actividad que les obliga a buscar activamente empleo y mejorar su formación en la medida de lo posible. Es más, si un desempleado rechaza una oferta de trabajo o la participación en algún curso puede ser sancionado con la pérdida temporal o total de la prestación.
Pero el Estatuto de los Trabajadores limita las ofertas que deben aceptar a que éstas sean "colocaciones adecuadas a la profesión demandada por el trabajador y que correspondan con su profesión habitual", que es "la coincidente con la última actividad laboral desempeñada".
Estas condiciones dejan fuera de la búsqueda de empleo a todos aquellos parados cuya actividad ha sufrido el impacto de la crisis económica. Por ejemplo, con estas condiciones, a las oficinas les resulta muy difícil recolocar a los parados de la construcción.
Así las cosas, según las fuentes consultadas, el Ministerio modificará esta norma para que los parados tengan más movilidad funcional y geográfica. Sobre este último aspecto, se abrirá el radio de búsqueda de trabajo a zonas geográficas cercanas, ya que actualmente el parado puede rechazar un empleo si no está en su área geográfica.
Con estas pinceladas, el nuevo ministro de trabajo, Valeriano Gómez, diseñará la nueva estructura de intermediación laboral de las oficinas de empleo. No obstante, todas estas ideas se estudiarán y negociarán con los agentes sociales, si finalmente se consigue restablecer el diálogo social. Cabe recordar que en la primera reunión entre Trabajo y los sindicatos, celebrada la pasada semana, no se pudo reanudar el diálogo.
La transformación de las condiciones para mantener la prestación no perseguiría que se culpabilizara a los parados del problema de desempleo, sino, tal y como definió ayer el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, se trata de combatir el fraude en el cobro del paro que existe en la actualidad.
Sanciones
Para que estos requisitos se cumplan se establecen una serie de sanciones. Por ahora, el Ministerio de Trabajo no se ha mostrado favorable a aumentar estas sanciones, aunque sí hacer viable su uso.
Según se define en la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social, el rechazo de un puesto de trabajo supone una infracción grave, que es sancionada con la pérdida de tres meses de prestación; a la segunda falta de este tipo, el parado pierde seis meses de prestación; y si reincide una tercera vez, el desempleado perdería la prestación de paro o el subsidio.
En este caso, el problema, según explican fuentes técnicas de los servicios públicos de empleo, es que "no es fácil justificar que un parado ha rechazado una oferta de empleo. Tan sólo se puede corroborar cuando no asiste a una entrevista de trabajo, aunque esto constituye una falta leve, que conlleva la pérdida de un mes de prestación.
Cuando un desempleado es seleccionado en una empresa y rechaza el empleo, el empresario debería redactar una carta en la que confirme que le ha ofrecido el empleo y el parado lo ha rechazado.
Y esto no suele pasar en la mayor parte de los casos. El empresario, en esos momentos, se encuentra en una selección de personal y no pierde tiempo en elaborar un escrito para informar al Inem, según señalan los técnicos de los servicios públicos. Por tanto, el parado permanece impune y continúa beneficiándose de su prestación.
Formación, ligada al subsidio
Otro punto que también se tratará es la vinculación total de los subsidios con las políticas activas. El Ministerio prevé que el desempleado se mantenga en activo, con cursos o formativos o en itinerarios de búsqueda de empleo, durante todos los meses que cobra el subsidio.
En estos momentos, aunque la ayuda de los 426 euros se ligó a formación, en muchos casos, la oficina sólo solicita que el parado asista a una entrevista con un orientador.