
La incertidumbre presupuestaria planea también sobre la UE. Los 27 Gobiernos del club comunitario rompieron este jueves a media tarde las negociaciones con el Parlamento Europeo sobre el presupuesto de 2011. Negociaciones que estaba previsto que continuaran hasta la madrugada.
El plazo para alcanzar un acuerdo finaliza el próximo lunes 15 de noviembre, día en el que se ha convocado una nueva reunión. Si no se lograra un pacto, las instituciones europeas se verían previsiblemente obligadas a prorrogar los presupuestos de este año y dividirlos en doce partes mensuales.
Lo que de facto significa una congelación presupuestaria, que podría estrangular competencias recién adquiridas por la UE y sin apenas financiación en los presupuestos de 2010 como el servicio diplomático común, las cuatro nuevas autoridades de supervisión financiera y el proyecto ITER de investigación de fusión nuclear.
El Parlamento Europeo reclama un aumento del 6% con respecto al presupuesto de 2010, y los Estados de la UE no están dispuestos a conceder más de un 3%. Argumentan que Bruselas no puede pretender ser la excepción en periodo de crisis y ajustes.
Euro impuestos
Con todo, el mayor problema es la pretensión de los eurodiputados de sentar un precedente para ampliar su poder sobre las decisiones presupuestarias, de cara a las negociaciones del futuro marco presupuestario plurianual a partir de 2013.
La Eurocámara y la Comisión Europea defienden la creación de un euro impuesto cuya recaudación se podría nutrir de, entre otras posibilidades, subastas de permisos para emitir CO2, tasas sobre las aerolíneas, una especie de tasa Tobin sobre transacciones financieras, un tramo adicional del impuesto sobre el valor añadido (IVA), etcétera. Reino Unido, Holanda, Dinamarca y Suecia encabezan el rechazo a toda euro tasa y aumento de competencias del Parlamento Europeo.