Economía

La economía "ni-ni": ni consumo, ni ahorro

Los atisbos de recuperación económica están dando lugar a unos conceptos un tanto extraños. Volvemos a consumir, baja el ahorro, hay menos paro, el año que viene será el del despegue de la economía.

En los últimos días, los responsables económicos del Gobierno han mencionado, con ilusión no contenida, la posibilidad cada vez más cercana de que el consumo privado vuelva a recuperarse y tire de la economía. El posible dinamismo de cualquier indicador ha servido para confiar en esta variable económica. La subida de la recaudación por el empuje del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) o las previsiones de una bajada de la tasa de ahorro se ven como anuncios de que algo grande va a pasar con el consumo, de que todo se va a arreglar en este aspecto.

La realidad es algo distinta. En España se consume ahora menos que hace unos meses y también se ahorra menos. La retracción a la hora de comprar no sirve para ahorrar. A día de hoy, no se consume y la renta ahorrada empequeñece o se dedica a otras cosas. En definitiva, ni se consume ni se ahorra lo suficiente. Y, lo que es peor, las previsiones apuntan a que, a medio plazo, la mejora va a ser muy leve.

Leve recuperación del consumo

Los expertos auguran una leve recuperación del consumo para 2011. El Servicio de Estudios del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y el Instituto de Estudios Económicos (IEE) lo atribuyen a que en los hogares se perciben unas mejores expectativas respecto a la economía española pero, eso sí, a corto plazo .

"Al menos hay una estabilización de las perspectivas, lo que indica que no van a peor", afirma Gregorio Izquierdo, director del Servicio de Estudios del IEE. El BBVA asegura que "el posible efecto negativo sobre el consumo de la menor confianza de los hogares en su situación financiera presente y futura podría verse compensado por la mejor percepción acerca de la situación actual y de las perspectivas de la economía española". Los expertos de la entidad se refieren a un periodo concreto, el tercer trimestre del año, cuyos datos oficiales están por conocerse.

En el Instituto Flores de Lemus, predicen un aumento del consumo del 0,7% para 2011. Sin embargo, otros analistas, como Carlos Poza de la Universidad Nebrija de Madrid ve "un deterioro de perspectivas a futuro, lo que se traduce en más pesimismo y en una reducción de la propensión marginal a consumir, esto es, menos intención de consumo".

Habrá aumento, entonces, pero poco. Y lo que explica los porcentajes positivos y los crecimientos son circunstancias atípicas.

Subida del IVA

El ejercicio que está a punto de terminar ha tenido dos mitades claramente diferenciadas. En el primer semestre del año, el consumo privado tuvo un incremento acusado. La subida del IVA a partir del 1 de julio y la retirada a mitad de año de las ayudas a la compra de vehículos propiciaron un alza de esta variable en los seis primeros meses. Al hacerse efectiva la subida del impuesto en julio y al desaparecer el Plan 2000E, la caída ha sido contundente. A estos dos hechos, hay que sumar la bajada de salarios de los empleados públicos realizada poco antes del verano.

La caída del consumo en la segunda mitad del ejercicio es asumida por el propio Gobierno, a tenor de las declaraciones del director de la Oficina Económica de La Moncloa, Javier Vallés. Aunque eso sí, la actividad exportadora y la remontada del turismo, según Vallés, atenuarán en parte el descalabro que se podía haber producido.

La primera mitad compensará a la segunda mitad, con lo que las previsiones apuntan a que el año cerrará con un aumento del consumo superior al 1%.

Pero ahora no se consume. La actividad del comercio minorista ha caído un 2,9% en septiembre y es la tercera bajada mensual consecutiva, justo desde que se subió el IVA. Esto según los datos oficiales ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los datos privados van por esa línea. Un informe de la consultora Deloitte conocido ayer anuncia que los hogares españoles gastarán este año un 11% menos que el año pasado en las próximas Navidades. Serán las terceras fiestas navideñas seguidas en las que los españoles se apretarán el cinturón. Para la consultora, en este caso no hay incertidumbre. Lo que tienen los consumidores es la seguridad de que 2011 no será mucho mejor que 2010. Esa es la razón de esta caída en un país que era de los primeros de la Unión Europea en gastar en Navidad.

Tampoco se ahorra

Y al no gastar, ¿se supone que se ahorra? No. Como lo contrario, tampoco, es decir, que baje el ahorro no significa que se consuma.

La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) prevé que la tasa de ahorro, que fue del 18,1% de la renta disponible en 2009, descienda hasta el 15,8%este año y hasta el 13,7% en 2011. El Banco de España sitúa la tasa en el 16,2% en el segundo trimestre de este año y el Gobierno cree que en 2011 estará en torno al 16%.

Todos prevén que va a bajar. Ahora bien, el porqué lo va a hacer ya es más discutido según quien haga el análisis. En La Moncloa están convencidos de que la reducción de la renta ahorrada se debe a que aumenta el consumo privado. Y en lo que se refiere a la primera mitad de este año, puede que así sea por las circunstancias antes reseñadas de adelanto de compras por la subida del IVA y la retirada del Plan 2000E.

Sin embargo, la evolución a la baja de la tasa de ahorro se debe a otros factores. En términos macroeconómicos, hay dos variables para esta tasa: la renta disponible y el consumo. Lógicamente, sube o baja según baje la renta disponible o suba el consumo, con más o menos intensidad.

Pues bien, la bajada de la tasa de ahorro se debe a la menor renta disponible con la que están contando los hogares españoles desde hace meses. Esta reducción de renta tiene varios motivos. El primero son las disminuciones de los salarios. Para una quinta parte de la población ocupada, como son los empleados públicos, ha habido una bajada media del 5% en sus retribuciones desde el pasado mes de junio. Para los ocupados en empresas privadas ha habido también reducciones salariales, en forma de bajada salarial pura y dura o en forma de congelación.

Más impuestos

La renta de los hogares ha sufrido desde el año pasado otro impacto fuerte: la subida de impuestos. La más mencionada es la de los tipos general y reducido del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).

Pero hay que recordar que ha habido más, como son la eliminación de la deducción de los 400 euros en el Impuesto sobre la Renta; el incremento de los Impuestos Especiales sobre los hidrocarburos y el tabaco y la supresión de los 2.500 euros por nacimiento o adopción, el popularmente conocido como cheque-bebé.

Además, no hay que olvidar que la inflación ha pasado de estar en el -1% hace un año a subir tres puntos hasta situarse en el 2,1% actual. Esta tasa será con la que se cierre el año, con toda probabilidad.

Otro elemento y no menos importante es la incesante subida del desempleo que, aunque con menos fuerza, pero ahí sigue. Raro, muy raro, es el hogar que no ha incorporado un nuevo parado a lo largo del año.

Menos salarios, más impuestos, más inflación y más paro llevan, inexorablemente, a menos renta. "La tasa de ahorro está bajando porque hay menos renta disponible, no porque repunte el consumo", explica a este diario Emiliano Carluccio, del Instituto Flores de Lemus.

Este analista va más allá. Pronostica un débil aumento del consumo para 2011, de tan sólo un 0,7%, porque "la palabra clave es deuda". Las familias españolas están endeudadas entre un 115 y un 120 por ciento por encima de su renta disponible "y las deudas se terminan pagando siempre", afirma Carluccio.

En un contexto de desempleo constante y de recuperación económica débil, los hogares solamente "desahorran" para consumos puntuales como puede ser un automóvil, si hay ayudas como ha sido el caso hasta el verano, o una vivienda , por la próxima desaparición de la deducción en el Impuesto sobre la Renta.

Pagar deudas

Pero las dificultades en la concesión de créditos y de acceso a la financiación de las entidades financieras "es un incentivo para el ahorro" prosigue Carluccio. "Un crecimiento espectacular del consumo trajo, a su vez, un crecimiento espectacular de las deudas", explica, "ahora no es así".

Ahora, estamos pagando las deudas o, lo que es lo mismo, las alegrías de un consumo disparado, con tasas de crecimiento anuales del 3% o más.

Otro analista consultado, Carlos Poza, tampoco es optimista respecto al ahorro. Para este profesor, la previsión a corto plazo, para los próximos seis meses, es " a la baja". Y lo mismo para el consumo.

Poza cree que el año terminará con una caída del ahorro por dos causas: una estacional, pues el tercer trimestre -los primeros datos que llegarán- es el del verano, donde tradicionalmente se gasta más y otra, los gastos navideños.

Lo que singulariza estas próximas fiestas es que los hogares españoles no van a tener tan fácil recurrir a los créditos, como ocurría en los últimos años, y van a tener que tirar de los ahorros o del "desahorro". Carlos Poza matiza que el hecho de que las familias tiren de la hucha "no significa que vaya a aumentar el consumo sino que éste va a caer menos que si no se acudiese a las rentas ahorradas".

En conclusión, el año 2010 va a terminar con unos hogares endeudados, sin compras y sin rentas.

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