
Jaume Roures ha vuelto a ser el preferido de una administración aunque, en este caso, era evidente que él iba a ser el adjudicatario puesto que era el único postor. Imagina, en asociación con la empresa canadiense de telecomunicaciones Axia, se presentó en solitario al concurso Red Abierta de la Generalitat de Cataluña, licitación que ofrece la interconexión de todos los municipios catalanes, así como las distintas sedes corporativas de la Generalitat.
La adjudicación tiene una duración de 20 años y un monto de 253 millones de euros. Una vez que transcurra el tiempo de la concesión, la red de fibra óptica pasará a ser propiedad de la Generalitat catalana.
El pasado 22 de septiembre se designó a la Unión Temporal de Empresas (UTE) Imagina-Axia como adjudicataria provisional de la licitación y, el pasado 18 de octubre, el consejo de administración del Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI), presidido por el consejero de Gobernación y Administraciones Públicas, Jordi Ausàs, adjudicó finalmente el proyecto a la UTE participada por Jaume Roures.
La importancia de las infraestructuras
En concreto, Red Abierta pretende llevar las infraestructuras de telecomunicaciones de fibra óptica a los 946 municipios de Cataluña. Sin embargo, en la primera fase se conectarán 42 capitales de comarca y 281 municipios.
En este proyecto, Roures aporta su conocimiento de Cataluña así como los contactos con proveedores, la negociación con éstos y la supervisión diaria del proyecto. Sin embargo, la empresa de telecomunicaciones Axia es la auténtica experta en este tipo de obras de telecomunicaciones, ya que ha realizado proyectos similares de fibra óptica por todo el mundo.
Una vez que estén operativas las conexiones de super banda ancha fija con los municipios catalanes, la UTE Imagina-Axia ofrecerá a terceros operadores los excedentes de capacidad de esa red en el mercado mayorista. Es decir, la alianza empresarial permitirá que otras compañías puedan ofrecer sus servicios en municipios que, por sus propias infraestructuras, nunca podrían.
Pasados los 20 años de concesión, la Generalitat catalana se convertirá en un competidor de cierta dimensión respecto a los grandes operadores de telecomunicaciones, ya que el organismo público podrá ofrecer el alquiler de su red en el mercado mayorista.
La cualificación de Axia para recibir esta concesión está fuera de toda duda, puesto que se ha especializado en este tipo de obras. Sin embargo, llama especialmente la atención la adjudicación a Jaume Roures, puesto que otra de las compañías vinculadas con él, Mediapro, ha solicitado el concurso de acreedores. En cualquier caso, ese detalle no parece ser muy importante para la Generalitat catalana, que ahora confía un proyecto de esa naturaleza a otra compañía en la que también tiene intereses el empresario catalán.