Economía

El recorte de obras costará el 5% del beneficio a las constructoras

Las principales constructoras españolas trabajan de forma acelerada para cifrar cuál será el impacto del recorte de obra pública que el Ministerio de Fomento ha preparado para los próximos años. José Blanco y Elena Salgado se reúnen hoy para hablar del presupuesto del año que viene.

Aunque todavía no hay datos exactos, ya que cada empresa está en plenas negociaciones con el departamento que dirige José Blanco, los analistas ya han realizado sus operaciones contables correspondientes, de manera que el consenso de mercado ya ha puesto un número por el efecto de ese parón en las cuentas de las empresas.

Según las previsiones de FactSet, el beneficio neto de las seis principales constructoras (Acciona, ACS, FCC, OHL, Sacyr Vallehermoso y Ferrovial) sumará 6.321 millones de euros durante los próximos tres ejercicios. Una cifra que supone un recorte del 5% respecto a las previsiones que tenían los analistas hace cuatro meses. ¿El motivo? Principalmente, la sequía que se pronostica para el mercado de obra pública en España durante ese periodo ante el elevado déficit público y las exigencias procedentes de Bruselas de contenerlo hasta el 6 por ciento en 2011.

El 'tijeretazo' en gastos

A 30 de abril de este año, el consenso de analistas calculaba que los seis grandes grupos constructores ganarían 6.321 millones de euros desde 2010 hasta 2012, sin ningún recorte de inversión pública. Pero doce días después, el Gobierno de Zapatero presentó un plan de recorte presupuestario de 15.000 millones de euros para este año y el siguiente ejercicio con el fin de reducir 1,5 puntos el déficit público.

Este ajuste de cinturón afectaba a todas las áreas ministeriales. Nadie se salvó de esa quema, ni si quiera los intocables. Por ejemplo, se aprobó una bajada de salario a los funcionarios, la congelación de pensiones 2011 o el recorte del gasto farmacéutico. Pero el mayor tijeretazo se lo llevó el Ministerio de Fomento que debería suprimir 6.400 millones de inversión en infraestructuras.

En ese momento, los analistas empezaron a hacer cálculos de cómo afectaría a las constructoras cotizadas, de manera que desde entonces han rebajado sus perspectivas de crecimiento en 300 millones de euros durante los próximos tres ejercicios.

Si hacemos cálculos a raíz de las previsiones del consenso de mercado, Acciona y FCC son las empresas que han sido más castigadas. Por ejemplo, los analistas han recortado un 22 por ciento las ganancias de la sociedad de la familia Entrecanales, de manera que le han metido un tijeretazo de 215 millones entre 2010 y 2012.

También el recorte de las primas de energías renovables han influido en ese recorte. Lo mismo ocurre con FCC, ya que le rebajaron su beneficio global un 11 por ciento (112 millones).

Sea casualidad o no, Acciona y FCC eran inicialmente las empresas más perjudicadas de la primera lista de obras canceladas y reprogramadas que Fomento hizo público en la segunda quincena de julio. Aunque esa lista está cambiando constantemente, por lo que el resultado final se verá cuando acaben las negociaciones.

Los analistas también han metido a Sacyr en el saco de recorte de sus ganancias. Así el grupo que preside Luis Del Rivero ganará 376 millones de euros en los próximos tres años, frente a una previsión inicial de 425 millones. Esta diferencia se debe principalmente al peso del negocio inmobiliario en la compañía, ya que cuenta con la que fue la primera promotora española. También el recorte de obra habrá añadido ese punto de sal.

No obstante, hay que tener en cuenta que cada compañía es un mundo y que pese a ponerles el cartel a estas seis empresas de constructoras, su negocio fuerte no es el de infraestructuras. De hecho, la construcción no supera ni la mitad del beneficio bruto de explotación de estas seis grandes, según los datos semestrales del año.

Ante la previsión de una cambio de ciclo económico en España, estas compañías decidieron repartir sus ganancias procedentes del boom inmobiliario y constructor de hace seis años en otros negocios más recurrentes. De esta manera, diversificaron su negocio en otras actividades o geográficamente ganando peso en otras mercados con mayor potencial de crecimiento.

Por ejemplo, Ferrovial adquirió el principal operador de aeropuertos británicos (BAA) y apostó por la construcción y gestión de grandes autopistas en Estados Unidos o Canadá. De esta manera, aeropuertos y autopistas inyectaron el 46 por ciento de su beneficio bruto de explotación en el primer semestre de este año. El otro 45 por ciento corresponde construcción, pero la mayoría de su actividad procede del extranjero.

El recorte de obras públicas en España tampoco tendrán una repercusión grande en OHL, ya que este sector supone el 8 por ciento de sus ganancias brutas. De hecho, la compañía presidida por Juan Miguel Villar Mir es mayormente una concesionaria de autopistas.

También ocurre lo mismo con ACS, cuyo potencial es el área de Servicios Industriales y Energía, que concentra el 48 por ciento de su beneficio bruto de explotación. En el caso de FCC, el pilar de sus ganancias se encuentra en el negocio de servicios medioambientales y energía que ya suman un 53 por ciento de su resultado bruto de explotación.

Lo que está claro es que a los seis grupos de infraestructuras les afectará el tijeretazo en la inversión de obra pública, pero no les hará tambaleará su imperio.

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