Economía

El eurofondo de rescate ayudará a los países incapaces de reflotar su banca

  • El precedente es el permiso dado a Grecia por si necesitara recapitalizar sus bancos
Elena Salgado, ministra de Economía. Foto: Archivo

En medio de la creciente incertidumbre sobre la solvencia de los bancos europeos, la Comisión Europea ha lanzado por los pasillos comunitarios la idea según la cual los Gobiernos de la zona euro incapaces de reflotar su banca nacional podrán recurrir al fondo de 750.000 millones de euros recién pactado para evitar la quiebra de un país de Eurolandia: el grupo de los 16 Estados que comparten el euro como moneda única.

El precedente, a juicio de Bruselas, ha quedado sentado con el caso griego. Cuando a principios de mayo los países del euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sumaron 110.000 millones para evitar la quiebra del Estado heleno, unas de las condiciones negociadas con Atenas fue que 10.000 millones del montante global serían reservados por si las turbulencias de los mercados amenazaran la solvencia de la banca griega y sus poderes públicos tuvieran que intervenir para recapitalizarla.

Test de resistencia

El mensaje lanzado por la Comisión Europea llega apenas una semana antes de que los ministros de Economía y Finanzas de los 27 países de la UE decidan las modalidades y los detalles de la inminente publicación de los test de estrés de sus bancos.

Se trata de una especie de pruebas de laboratorio en las que se somete a las entidades bancarias a hipótesis como la prolongación de la crisis actual, para calcular su resistencia. Al publicar los resultados de estas pruebas, se debería desvelar qué entidades no tienen recursos propios suficientes para afrontar las turbulencias aún presentes en el horizonte.

Y los Estados cuyos bancos no estén en condiciones de seguir navegando en plena tempestad deberán acudir al rescate e inyectarles un capital que, previsiblemente, los mercados no se atreverán a invertir en estas entidades.

Dudas en el mercado

La crisis bancaria volverá a poner en dificultades a los Estados, cuyas arcas públicas han quedado muy debilitadas por el gasto público desbocado con el que han hecho frente a los rescates de la banca en 2008 y 2009, y con el que en 2009 y 2010 han intentado impulsar la actividad económica para evitar que la recién pasada recesión degenerara en una depresión como la de 1929.

Si los Estados deben ejecutar las garantías y los avales prometidos a la banca en caso de necesidad, su deuda se agravará. Crecerán las dudas de los mercados sobre su solvencia,y serán aún más vulnerables a los especuladores.

En mayo, apenas acordado el plan de rescate de Grecia dotado con 110.000 millones de euros, los gobiernos europeos y el FMI pactaron otro fondo de 750.000 millones que se prestarían a Estados incapaces de refinanciar su deuda y hacer frente a sus pagos precisamente por la hipotética negativa del mercado a confiar en ellos, dada su degradación presupuestaria. España, Portugal o Irlanda están en la lista de los Estados que podrían necesitar de este respaldo.

Transparencia ante el mercado

Acosada por las dudas del mercado sobre la solvencia de su sistema bancario, España anunció en junio su intención de publicar los resultados de los test de estrés o resistencia realizados al 95% de sus entidades bancarias.

Madrid quería así demostrar la solidez de su banca y, de rebote, que sus presupuestos públicos no tendrán que afrontar rescates más allá de los ya previstos en el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), destinado fundamentalmente a las cajas de ahorros. La decisión de España ha obligado al resto de sus socios comunitarios a seguir su ejemplo de transparencia para no levantar sospechas de que esconden cadáveres en sus bancos.

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