
Las medidas de ajuste fiscal anunciadas hoy por el presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, no han gustado a los sindicatos. Los líderes de UGT y CCOO han expresado su descontento con las reformas para reducir el déficit y han advertido de que tendrán consecuencias sociales.
El primero en pronunciarse fue el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, quien ha afirmado que el plan del Gobierno para reducir el déficit es "injusto" y "antieconómico", por lo que merece la "máxima sanción social" y una contestación "masiva" en las calles.
El portavoz sindical aseguró que las medidas merecían el "rechazo absoluto" de la ciudadanía y no descarta movilizaciones.
En una rueda de prensa para valorar el plan anunciado hoy por el Gobierno para recortar el déficit en 15.000 millones de euros en 2010 y 2011, Toxo, sin embargo, eludió precisar si la respuesta debe ser mediante una huelga general.
Toxo, que indicó que ya había informado al Ejecutivo del rechazo frontal de su sindicato, añadió que Zapatero tiene tiempo para rectificar hasta el viernes, cuando el Gobierno tiene previsto aprobar estas medidas en el Consejo de Ministros, por que hay otras alternativas a lo que propone.
Conflicto social
Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha avanzado que "la canalización del conflicto social va a ser una realidad a lo largo de las próximas semanas". "Tendremos (junto con CCOO) que evaluar las medidas de efecto inmediato, aquellas que afectan a los funcionarios, y en ese marco, analizar el alcance de las respuestas", explicó.
Para Méndez, la reducción de los salarios de los funcionarios en un 5% en 2010 representa un "duro golpe" para la economía de muchas familias.
"Salta a la vista la quiebra del discurso del presidente del Gobierno y supone un cambio de escenario en la relación con los sindicatos", explicó Méndez, antes de argumentar que esta decisión supone una ruptura del acuerdo trianual hasta 2012 alcanzado entre los sindicatos de la función pública y el Ejecutivo para garantizar el poder adquisitivo de los funcionarios.
Afectará al diálogo social
"Es una situación muy seria", reiteró el secretario general de UGT, quien aseguró que los sindicatos tratarán de "diferenciar" las medidas sobre la reforma laboral. "Queremos simultanear esta situación negativa con el mantenimiento de la voluntad de acuerdo con la patronal", dijo Méndez, aunque admitió que la rebaja de los sueldos públicos "no sólo no ayuda", sino que "perjudica" al diálogo social.
Con todo, Méndez reconoció que tras el "pánico" sufrido en los mercados en las últimas semanas, que dispararon el diferencial del bono español respecto al bund alemán, ya se "permitía augurar" que el Gobierno iba a anunciar un ajuste "bastante duro", y volvió a cuestionar que el recorte adicional del déficit impulse la incipiente recuperación. "La senda de recuperación titubeante del 0,1% del PIB se pone en tela de juicio", sentenció.