
China puede verse en la tesitura de tener que apreciar su moneda obligada no por países como Estados Unidos, sino por su propia coyuntura interna. La inflación se aceleró en abril hasta su nivel más alto en 18 meses, los préstamos subieron más de lo previsto y los precios de las viviendas alcanzaron un récord, lo que puede empujar al banco central a subir tipos.
El Índice de Precios al Consumo de China aumentó un 2,8% en el mes de abril, el ritmo más alto de los últimos 18 meses y ya cerca del límite del 3% que el Gobierno comunista se había fijado para finales de este año, según ha informado hoy el Buró Nacional de Estadísticas.
Los analistas siguen de cerca la tendencia del índice de precios del consumo, cuyo aumento podría empujar a Pekín a optar por una subida de las tasas de interés.
El mercado residencial no se frena
Los préstamos y el precio de la vivienda volvieron a registrar en abril subidas históricas a pesar de las medidas anunciadas por el gobierno para frenar la trepidante burbuja inmobiliaria que vive el país asiático.
Los nuevos préstamos denominados en yuanes concedidos en abril alcanzaron los 113.350 millones de dólares (89.000 millones de euros), lo que supone un 34% de incremento con respecto al mes anterior y un 23% interanual, según informó hoy el Banco Popular de China (central).
El dato de abril sitúa el volumen de créditos en los cuatro primeros meses del año en más de 3,37 billones de yuanes (494.000 millones de dólares), casi la mitad de la cifra que Pekín había fijado para la totalidad del año.
Al mismo tiempo, el Buró Nacional de Estadísticas informó hoy de que el precio de la vivienda en las 70 principales mayores ciudades chinas aumentó en abril un 12,8% interanual, el mayor incremento desde 2005. La subida representa además una aceleración del dato con respecto a marzo, cuando fue del 11,7%.
Los dos datos desafían la efectividad de las medidas impuestas en los últimos meses por el gobierno con el fin de enfriar una burbuja inmobiliaria cuyo estallido podría provocar una crisis peor que la de Dubai, señalan los expertos.
Entre estas medidas está la restricción para que las inmobiliarias realicen pre-ventas de vivienda, mayores límites a la concesión de créditos para la compra de una tercera vivienda y un aumento del ratio de reserva bancario, el tercero este año.
La burbuja inmobiliaria china se produjo como consecuencia del paquete de estímulo de medio billón de dólares que Pekín puso en marcha a finales de 2008 para contrarrestar la crisis global mediante la inversión en infraestructuras, vivienda y servicios sociales.