
El gobierno alemán está considerando plantear una reforma profunda del Pacto de Estabilidad, sacando las lecciones que ha dejado hasta ahora la crisis griega.
Así lo asegura la revista "Focus" en su edición de la próxima semana en la que cita un miembro del gobierno al que no identifica. "En ello no debe haber tabús", dice el miembro del gobierno.
Ante todo, se trata de afilar los mecanismo de control para poder detectar más rápidamente posibles manipulaciones contables de los estados miembros del euro.
Además, se plantea crear mecanismos para hacer posible que un país abandone -forzosa o voluntariamente- la zona del euro y desarrollar un mecanismo que posibilite una declaración de insolvencia de los estados en los que estos se comprometerían a un plan de ajuste mientras que los acreedores renunciarían a cobrar parte de la deuda.
El ministro de Exteriores y vicecanciller, Guido Westerwelle, mientras tanto pidió, en declaraciones al diario "Rheinischen Post", que se le abra al Eurogrupo la posibilidad de intervenir de forma más directa en la política presupuestarios de los países miembros.
Según Westerwelle, cuando un país no ha llevado una política presupuestaria sólida debería presentar a consideración sus presupuestos al Eurogrupo antes empezar el trámite nacional de aprobación de los mismos.