
La economía mundial crecerá un 4,2% este año, según el nuevo informe del FMI, que ha mejorado su anterior previsión, que situaba el avance del PIB global en el 3,9% estimado en enero. "La recuperación de la economía mundial evoluciona mejor que lo previsto", señaló el Fondo.
"La actividad se desarrolla a ritmos diferentes, tímidamente en los países desarrollados, pero vigorosamente en la mayor parte de los países emergentes y en desarrollo", indicó el FMI, que también advirtió sobre los riesgos que aún pesan sobre la recuperación, en particular la deuda pública de los países desarrollados y los desequilibrios en los flujos de capital.
Asia tira del crecimiento
De acuerdo con su última proyección, el crecimiento será muy lento en Europa (1% en la zona euro, 1,3% en el Reino Unido) y Japón (1,9%). Pero será impulsado sobre todo por los países emergentes y en desarrollo (6,3%), con las regiones asiáticas a la cabeza.
Así, espera que el PIB chino repunte un 10% en 2010 y un 9,9% en 2011, y considera que un yuan más fuerte será beneficioso tanto para el propio país como para dinamizar la recuperación de la economía mundial.
Para Estados Unidos prevé un crecimiento del 3,1%, aunque indica que Washington debe esforzarse para sostener la frágil recuperación ante su enorme deuda.
Por otra parte, estima que Latinoamérica se anotará una recuperación "robusta" más equilibrada al estar basada en la demanda externa e interna y su PIB crecerá un 4% este año y el siguiente. Brasil crecerá este año un 5,5%, ocho décimas más de lo que indicaba en su anterior informe, mientras que México lo hará un 4,2%, también más de lo anteriormente estimado.
Los riesgos
Pero el FMI no ha dejado de señalar los riesgos que todavía amenazan la estrenada recuperación."Los desequilibrios de las cuentas corrientes aumentaron sensiblemente con la recuperación del comercio mundial, la mejora en las condiciones de financiamiento y la estabilización de los precios de las materias primas en niveles muy elevados", subrayó la institución.
Además, insiste sobre otro riesgos por el crecimiento mundial: el aumento de la deuda pública de los países desarrollados. Aconsejando mantener las políticas de relanzamiento en 2010, el FMI estima que "un gran número de estos países deben además adoptar de urgencia estrategias creíbles a medio plazo para limitar el endeudamiento público y enseguida llevarlos a niveles más prudentes".