Economía

Dinamarca, el trampolín a Escandinavia

Carlsberg es una de las empresas más célebres de Dinamarca. Foto: Bloomberg
Cuando en 1932 el carpintero Ole Kirk Christiansen empezó a construir juguetes, no se imaginaba que varios años después 400 millones de niños y adultos se entretendrían con sus pequeños ladrillos.

Ahora, Lego es una de las empresas más importantes del sector a nivel mundial, pero sigue fiel a la tradición danesa: encarna la transparencia, integridad y éxito social de las sociedades escandinavas.

Dinamarca, que ocupa la península de Jutlandia y varias islas, es una de las naciones más prósperas del mundo. Las huellas de los primeros asentamientos humanos se remontan a 12.500 a.C, aunque fue durante la Edad Media cuando adquirieron importancia: los vikingos daneses conquistaron medio continente y, en el siglo XIV, el país absorbió los reinos de Noruega y Suecia, apunta el ICEX.

Unas previsiones excelentes

Hoy, el estado del bienestar garantiza la protección social de sus 5,4 millones de habitantes, se respira estabilidad y la economía crece: en 2006, por ejemplo, su PIB aumentó un 3 por ciento -hasta 254.401 millones de euros-, impulsado fundamentalmente por el consumo doméstico, que se vio favorecido por los bajos tipos de interés y la reducción del paro.

"En 2007 las arcas públicas registrarán un nuevo superávit, la inflación se mantendrá al 2 por ciento y habrá pleno empleo técnico", indica Coface. Y, de cara a la inversión extranjera, la situación promete: Dinamarca, que entró a formar parte de la Comunidad Económica Europea en 1973, es una puerta de acceso natural a la zona nórdica, gracias al aeropuerto principal de Copenhague -el principal hub del norte del Europa-, y a una red viaria de alta calidad.

Además, colidera el ranking comunitario en el uso de las nuevas tecnologías, tiene uno de los tres mercados laborales más flexibles del mundo y ofrece mano de obra cualificada y políglota. Lo malo es que el salario medio encarece los costes empresariales -en 2005, la retribución media era de 54.452 euros anuales-.

Áreas de negocio

Siguiendo la Ley de Jante, que defiende la igualdad social por encima de todo, los daneses no se afanan en demostrar que son mejores que otros. Trabajan a destajo, pero cultivan la humildad... Y les va bien.

Los sectores más dinámicos de su economía son la biofarmacia, la I+D, los servicios financieros o medioambientales y la informática, aunque los extranjeros también pueden hacer negocio en las infraestructuras: el país afronta la última fase de la privatización ferroviaria, y podrían surgir nuevas oportunidades en otros medios de transporte.

Por otro lado, la Oficina Económica y Comercial de España en Copenhague indica que "los daneses se han volcado en la comida orgánica", todo un nicho de mercado para las firmas agroalimentarias.

Pero si algo caracteriza a Dinamarca, más allá del Hamlet de Shakespeare, es su liderazgo eólico: se ha convertido en una gran potencia y la fuerza del viento satisface ya un 20 por ciento del consumo eléctrico. Ahora bien, expertos aseguran que en Groenlandia hay yacimientos petrolíferos equivalentes a la mitad de los que tiene Arabia Saudí. ¿Cambiarán las energías renovables por el oro negro?

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