Economía

El PSOE dará un cheque en blanco a CiU para eliminar los blindajes

El Gobierno no va a escatimar esfuerzos ni recursos para sacar adelante la enmienda presentada en el último momento y por imposición directa del presidente Rodríguez Zapatero a la reforma de la Ley de Sociedades Anónimas, por la que se elimina la limitación al número máximo de votos que puedan emitir los accionistas, además de suprimir los cláusulas estatutarias o blindajes de las sociedades cotizadas. Estos blindajes se utilizan para impedir opas hostiles.

Para ello, fuentes próximas al Ejecutivo confirman que el PSOE está dispuesto a pactar con Convergencia i Unió el bloque del proyecto de ley actualmente en el Congreso y aceptar las enmiendas de mayor interés para los nacionalistas catalanes, a cambio de que éstos apoyen la supresión de los blindajes. Y es que contentar a CiU se ha convertido en el objetivo prioritario de los socialistas en la Cámara Baja.

Aunque no todo es tan fácil. La enmienda concreta de las blindajes está apoyada por Convergencia, firme partidaria de acabar con ellos, pero no por su socio de la coalición, Unió, formación a la que pertenecen los portavoces en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida y Josep Sánchez Llibre, según círculos empresariales catalanes.

Antesala

Sea como sea, el PSOE mima a CiU para conseguir su apoyo en el Pacto de Estado que impulsa para luchar contra la crisis y sacar adelante sus propuestas económicas. La tramitación de la Ley de Sociedades Anónimas es la antesala.

Desde La Moncloa, donde se "cocinó" la enmienda, se ha dado orden de echar el resto para que ésta prospere. Los portavoces parlamentarios deciden hoy la fecha para tramitar las reformas de la Ley de Sociedades Anónimas.

Después han venido más guiños hacia la coalición, a la que el Gobierno necesita desesperadamente para cerrar acuerdos puntuales y dar la imagen de que se están consiguiendo medidas "de mano tendida". No hay más que revisar el documento presentado por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, el pasado lunes para su discusión con los partidos políticos, en el que vienen recogidas las principales reivindicaciones de CiU: rebajas selectivas del IVA, reforma de la Ley de Morosidad y reconversión del Instituto de Crédito Oficial (ICO) en banco público para dinamizar el crédito a las pequeñas y medianas empresas, los autónomos y las familias.

No hay que olvidar que CiU fue el primer grupo que habló de un pacto anticrisis ni tampoco que el acercamiento de los nacionalistas es cada vez más patente.

El escenario político juega a favor de CiU. El PSOE no tiene apoyos parlamentarios ahora mismo y los futuros se ven aún más difíciles a tenor de las encuestas de intención de voto, ya que la mayoría pronostica hasta la pérdida del Gobierno.

En medio, la cercanía de las elecciones catalanas en las el actual tripartito (formado por PSC-ERC-EU-ICV) no está seguro, ni mucho menos, de revalidar victoria ni continuidad alguna. Los nacionalistas de CiU huelen poder y su política en Madrid pretende sacar rédito en Cataluña y al contrario.

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