
El plan de rescate del gobierno estadounidense (TARP, por sus siglas en inglés) ha cumplido su parte ayudando al sistema financiero a escapar de abismo, pero también ha tenido sus fracasos. Ha fallado, por ejemplo, porque no ha conseguido que los bancos que recibieron ayuda de los contribuyentes aumenten sus préstamos y ayuden a la recuperación de la economía.
"En el lado positivo, hay signos claros de que algunos aspectos del sistema son bastante más estables ahora que en otoño de 2008, momento de mayor apogeo de la crisis", concluye el último informe trimestral presentado al Congreso estadounidense por la oficina del Inspector General Especial, Neil Barofsky, encargado de vigilar el TARP.
Pero el informe alerta además de que la administración de Obama y las políticas de la Reserva Federal (Fed) para apoyar el mecado hipotecario pueden estar creando otra peligrosa burbuja inmobiliaria, informa MarketWatch.
"Incluso aunque el plan salvara a nuestro sistema financiero en 2008, con la ausencia de una reforma con un verdadero significado, estamos aún conduciendo en la misma carretera ventosa de montaña, y encima ahora con un coche más veloz", señala Barofsky.
Un rescate con agujeros
Pero el TARP también ha decepcionado en otros ámbitos. Por ejemplo, no ha evitado que siga creciendo el desempleo y todo apunta a que las ejecuciones hipotecarias seguirán creciendo en el futuro.
"Los préstamos siguen cayendo mes tras mes, y la parte del TARP específicamente diseñada para fomentar el crédito a las pequeñas empresas todavía no ha sido implementada por el Tesoro", sentencia el informe. Obama destinará 30.000 millones del TARP a las pequeñas empresas.
También apunta que el plan complementario de modificación hipotecaria para propietarios en apuros (Mortgage Modification Program for Troubled Homeowners) sólo ha servido a una pequeña parte de los 3 a 4 millones de ciudadanos que el Tesoro tiene la esperanza de ayudar.
¿Burbuja 2.0?
Pero lo más preocupante es el efecto de reinflado de la burbuja inmobiliaria que puede tener el hecho de haber inyectado tanto dinero.
"En gran medida la crisis fue alimentada por la burbuja del mercado de crédito, y los esfuerzos conjuntos del Gobierno y la Fed por sujetar los precios tienen el riesgo de reavivar esa burbuja, a tenor del éxito que han tenido las políticas de compras y garantías otorgadas por las autoridades, ya sea de manera directa o implícita, a prácticamente todos los activos del mercado hipotecario residencial", recalca el informe.
Señala además que, teniendo en cuenta que los altos precios de la vivienda registrados entre 2004 y 2007 fueron el resultado de tipos de interés bajos y expectativas y valoraciones poco realistas, la Fed puede estar volviendo a las andadas al mantener tan bajo durante tanto tiempo el precio del dinero.