
El alto número de desempleados no sólo se percibe en las largas colas del Inem, sino que provoca el aumento de la actividad económica al otro lado de la legalidad. El número de empleados que trabajan sin estar dados de alta en la Seguridad Social o percibiendo salarios por debajo del mínimo legal que en 2009 se situaban en 624 euros aumenta con la crisis económica. Y así lo reconoció ayer el propio Gobierno.
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, afirmó que la economía sumergida supuso en 2009 "entre el 16 y el 20 por ciento del PIB", entre 160.000 y 200.000 millones de euros. Con esta afirmación, reconoce al fin el peso de la actividad sumergida en la economía del país, después de que eludiera esta pregunta durante los últimos meses. Aunque, durante este verano, la Inspección de Trabajo informó que el fraude alcanzó el 30 por ciento del PIB en los meses estivales.
Según los datos presentados por el ministro de Trabajo, durante el pasado ejercicio se efectuaron 224.492 inspecciones, un 30 por ciento más que en 2008. El fraude a la Seguridad Social alcanzó los 960,75 millones de euros en multas de expedientes liquidados, un 12,48 por ciento más que en el pasado año. Aunque la cuantía media registrada por cada actuación descendió en 2009 en más de 1.000 euros.
Por sectores, la hostelería ha sufrido la mayor parte de las inspecciones (49.903), seguida del comercio (44.937), la construcción (43.635), servicios (38.045) y agricultura (9.248). Trabajar sin estar dado de alta en la Seguridad Social fue el principal motivo de infracción que se registró el pasado año.
En total, 29.357 infracciones se debieron a esta causa; 8.148 fraudes fueron motivados porque el trabajador cobraba a su vez la prestación de desempleo y 7.122 incumplimientos correspondieron a trabajadores sin permiso de trabajo. Respecto a estos últimos, las infracciones por la carencia de permiso de trabajo descendió en 2009 debido a que se levantó la cláusula de libertad de movimiento de los trabajadores rumanos y búlgaros.
Cinco años más
Después de que el pasado martes Funcas previera que España tardará diez años en situarse en los niveles de empleo anteriores a la crisis, el ministro de Trabajo hizo públicas sus propias previsiones. Así, Corbacho espera cinco años más con alto desempleo, hasta que el mercado laboral registre las cifras de paro anteriores a la crisis económica: 8 por ciento.
Hasta entonces, las listas del Inem continuarán engrosándose. Respecto a este mes de enero, el ministro de Trabajo previó que el paro aumentará en 65.000 desempleados más. Aunque, matizó: si el alza del desempleo es inferior a 60.000 personas podríamos "dar por concluido el ajuste".
En cuanto a los inmigrantes, la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, anunció que el ajuste del desempleo en el colectivo inmigrante ya ha concluido. La fuerte destrucción de empleo para los inmigrantes se pro- dujo principalmente de enero a marzo del pasado año.