
El presidente de EEUU, Barack Obama, espera obtener hasta 120.000 millones de dólares en tarifas a la banca para recuperar parte del famoso TARP (plan de rescate bancario) y para reducir el déficit, según publica Bloomberg citando a un miembro de la administración.
La Casa Blanca todavía no ha desarrollado la estructura final de las tarifas y como piensa aplicarlas a los bancos que ya vuelven a ser rentables, según la fuente de la agencia.
El plan, al parecer, será presentado junto a los presupuestos del año fiscal 2011, que Obama enviará al Congreso el mes que viene.
Ayer, otros medios de comunicación de EEUU ya dieron cuenta de los planes de Obama, si bien no dieron ninguna cifra y también advirtieron de que el plan todavía estaba estudiándose y no tenía forma definitiva.
Los bancos podrían evitarla
Con todos, expertos fiscales consultados por Bloomberg creen que la nueva tarifa, tome la forma de impuesto o de la forma en que lo tome finalmente, será suficientemente "porosa" como para que las instituciones puedan evitar pagarla en su mayor parte.
Según el diario Politico, no se gravará los bonus de los banqueros, como en el Reino Unido, ni se impondrán impuestos a las transacciones financieras, como en Brasil. Gravar directamente los beneficios tiene el problema de que no se cobraría a los bancos que no volvieran a ser rentables.
Los bancos devolvieron al Gobierno federal 165.000 millones de dólares, alrededor de dos terceras partes de su inversión total en el sistema bancario, según publicó ayer el Departamento del Tesoro. Además, el TARP ha recaudado otros 12.900 millones de dólares en honorarios, dividendos e intereses, y según el Tesoro ha obtenido un 8% de retorno en sus inversiones bancarias.