El colapso del crédito, y la deflación que lo va a acompañar, van a ser los obstáculos claves para las economías y los mercados financieros en 2010. Así lo afirma David Rosenberg, ex economista jefe de Merrill Lynch, que advierte del espejismo del rally de la renta variable y de los peligros de 2010.
"Hemos dicho múltiples veces que esta recesión es en realidad una depresión, porque las recesiones que se han visto después de la Segunda Guerra Mundial fueron pasos atrás, pero en un contexto de expansión del crédito", explica Rosenberg, que añade que ahora estamos en un período prolongado de contracción del crédito, que afecta especialmente a los consumidores y a las pequeñas compañías.
El antiguo economista jefe de Merrill va más allá, y no sólo tiene unas expectativas poco halagüeñas para la economía.
Afirma también que la racha de fuertes subidas que se ha visto en los mercados es un rally dentro de un mercado bajista, influenciado por "la dura mano de la intervención del Gobierno y sus estímulos". Pero 2010 puede ser el año en el que veamos la caída propia de los mercados bajistas de largo plazo, advierte en declaraciones recogidas por Zero Hedge.
Buscando unas defensas fuertes
Como es típico de una era de post burbuja que ha paralizado el crédito, la salida de de dinero en los mercados va a seguir siendo extremadamente grande, de acuerdo con Rosenberg.
"Muchos coincidirán en que es necesario mantener estrategias defensivas y minimizar el riesgo de volatilidad y correcciones, centrándose en los activos en los que las perspectivas son positivas, como la renta fija y en algunas acciones relacionadas con países como China e India, y con determinadas materias primas", recalca.
Si el crecimiento global sigue la oscura senda que baraja, este experto señala que las materias primas industriales estarán sometidas a mucho riesgo. Sin embargo, también entre ellas están los activos ganadores del próximo ejercicio: el oro y las materias primas blandas.