Economía

Hungría, la economía importa de nuevo

András Simor, nuevo gobernador del Banco Nacional de Hungría. Foto: Bloomberg
"La vida es un campo de concentración instalado por Dios en la Tierra para los hombres", lamenta uno de los personajes de Liquidación. El autor de la novela, Imre Kertész, plasmó así el horror del Holocausto judío, que tuvo la desgracia de sufrir en carne propia cuando sólo era un adolescente -fue deportado a Auschwitz a los 15 años-.

Afortunadamente, vivió para contarlo. Y, galardonado con un Nobel por el conjunto de su obra literaria, es uno de los húngaros más reconocidos a nivel mundial.

Su historia refleja la evolución de Hungría, que ha dejado atrás las torturas económicas de antaño para convertirse en un Estado de gran potencial. No lo ha tenido fácil, pero los expertos aseguran que es uno de los países centroeuropeos más avanzados en sus reformas financieras. Los datos macroeconómicos invitan al optimismo: en 2006 registró un PIB de 109.154 millones de euros, creció el 3,9 por ciento y se anotó una tasa de paro razonablemente baja (7,7 por ciento).

Lejos queda ya el escándalo del pasado septiembre, cuando el primer ministro se vio obligado a pedir disculpas por haber mentido sobre la coyuntura económica hún- gara. Ferenc Gyurcsány reconoció que la economía se había mantenido a flote gracias a la "divina providencia" y con "cientos de engaños", pero la sangre no llegó al río. Ahora, sin perder de vista la fragilidad de una economía lastrada por la deuda pública, las compañías extranjeras tienen buenas oportunidades de negocio.

Buenas perspectivas

Según Coface, las infraestructuras, la mano de obra y el marco normativo son de calidad. "Tiene uno de los sistemas bancarios más desarrollados de la región, y su integración en la UE refuerza las perspectivas de crecimiento", añade. En la misma línea, la agencia húngara para la inversión y el desarrollo comercial subraya las ventajas del régimen fiscal: el Impuesto de Sociedades es del 16 por ciento, uno de los más bajos del Viejo Continente. ¿Lo malo? Que el país depende en exceso de los socios comunitarios, y la situación política complica la gestión de la economía.

Pero, ¿cuáles son las áreas más interesantes para el inversor? A juicio de los expertos, la I+D, las tecnologías de la información, la biotecnología y la logística. El Gobierno los considera "mercados prioritarios", porque aceleran el crecimiento de la economía húngara, y ofrecen más incentivos que el resto.

Otro sector estrella tiene que ver con la automoción: en 1992, la japonesa Suzuki instaló una planta de producción allí, y su trayectoria atrajo a compañías similares. "No es un accidente que desde la última década firmas como Audi o General Motors hayan venido a Hungría", explican fuentes oficiales.

Construcción y turismo

En la construcción, las perspectivas son buenas. "La llegada de fondos europeos y el gasto de colaboraciones público-privadas deberían permitir prosperar a este importante sector, que representa el 5 por ciento del PIB", apunta el Grupo I. También puede ser interesante invertir en electrónica y telecomunicaciones (Ericsson, Nokia y Siemens ya se han deslocalizado allí, y les va bien). Y no hay que olvidar el turismo, que ha cobrado mucha fuerza en los últimos años.

"Es una de las principales fuentes de ingreso de divisas para Hungría, su aportación al PIB ronda el 10 por ciento, cubre el 80 por ciento del déficit de la balanza comercial y sostiene 300.000 puestos de trabajo", apuntan desde la Oficina Económica y Comercial de España en Budapest. El Gobierno ofrece muchas facilidades para los inversores turísticos extranjeros, con una serie de créditos al sector otorgados en forma de préstamos o con exoneración de los intereses para las empresas.

Testigo mudo de grandes conflictos, la Perla del Danubio (Budapest) es un destino turístico de primer orden, al que las compañías nacionales podrían sacar partido: la nación de los magiares sólo ocupa 100.000 kilómetros cuadrados, pero dispone de la segunda mayor reserva mundial de agua termal en superficie, con unos manantiales que ayudan a miles de personas a recuperarse de sus dolencias.

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